Por Maxi Pérez (@perezmaxi), corresponsal de NOVA en Casa de Gobierno y Legislatura Bonaerense
Otra vez los jefes comunales de los 135 distritos bonaerenses parecen ser los únicos que se pueden disputar el poder en la provincia y garantizar las condiciones de gobernabilidad para que la gestión de María Eugenia Vidal pueda realizar sin mayores inconvenientes las transformaciones que tiene en agenda y que incluyen despidos, congelamiento de vacantes y suspensión de pases a planta permanente para el personal del Estado.
Días atrás sorprendió el sincericidio de un funcionario de segunda línea en la Dirección General de Cultura y Educación ante un grupo de estudiantes, docentes y directivos del Instituto de formación profesional N° 9 de La Plata que reclamaban ante la tercera suspensión de la licitación de un nuevo edificio para esa entidad educativa.
"No se puede hacer la licitación por la devaluación y por la inflación, la plata destinada a la obra ahora no alcanza", se justificó el funcionario ante la sorpresa de sus interlocutores. Era solo una muestra de que el plan de achique del Estado está en marcha.
Paralización de obras, congelamientos de vacantes, nuevas atribuciones a los ministros para que puedan despedir personal, achicamiento de las partidas para comedores y suspensión de los pases a planta permanente son apenas algunas de las medidas del gobierno que vienen generando fuerte rechazo en la población y obligaron a acelerar los tiempos en el armado político territorial para evitar la debacle.
La mecha la encendió el ex intendente de Matanza, Fernando Espinoza, cuando advirtió que si se levantaba el conurbano se caían el presidente y la gobernadora. Para muchos esos dichos fueron solo una patoteada, pero para otros fueron una correcta lectura sobre la situación desatada en las zonas más pobres por la transferencia de recursos hacia sectores de la economía concentrada.
Por eso, bajo la inspiración del "Foro de intendentes radicales", la Alianza Cambiemos organizó un encuentro en la capital provincial que logró superar todas las expectativas y reunión a 64 jefes comunales que manifestaron su apoyo a Vidal, proyectándola además como futura líder política de ese espacio en la provincia, o como se cansó de decir el Ministro de Gobierno Federico Salvai en las últimas semanas, "la lapicera para el año que viene la va a tener solo María Eugenia".
FAM y Panama Papers
Por el lado del peronismo la crisis continúa y no aparece en el horizonte inmediato la posibilidad de una respuesta contundente a la muestra de fuerzas del gobierno, sin embargo la necesidad de evitar un verdadero desastre frente a políticas de ajuste, podría ser el elemento de negociación central para mantener el equilibrio de poder hasta el 2017.
Es que a pesar de la muestra de unidad de oficialismo, son varios los intendentes con problemas serios en la gestión, a lo que ahora hay que sumar el escándalo de los Panama Papers que además de complicar al presidente Mauricio Macri, salpica también a su primo e intendente de Vicente López, Jorge Macri, y tiene muy complicado al jefe comunal de Lanús, Néstor Grindetti.
Por eso a pesar del entusiasmo de los intendentes luego de la primera reunión de su propio Foro, en el gobierno algunos evalúan que lo conveniente sería dejar la conducción de la FAM en la provincia en manos del peronismo y en el mediano y largo plazo potenciar una estructura alternativa que sea comandada por los jefes comunales propios.
Vidal buscaría de esta manera mantener un saludable equilibrio de poder con los “Barones” del peronismo, que deberían contener al menos hasta finales de este año cualquier foco de conflicto social que pueda generar efecto contagio.
En el oficialismo bonaerense tienen en claro que a lo único que no pueden enfrentarse es al pueblo es las calles y por eso aspiran a que el tironeo entre intendentes no arroje ganadores ni perdedores hasta después de fin de año.