LA
PLATA, Noviembre 03 (www.ArecoCiudad.com.ar)
El diputado provincial de la UCR,
Gustavo Vignali, presentó un proyecto de resolución solicitando la
concreción de medidas y políticas públicas destinadas a “lograr la reducción
del desperdicio de sustancias alimenticias en la provincia de Buenos Aires”,
apuntando principalmente a generar campañas solidarias y programas de
concientización tendientes a mitigar el despilfarro de comida en perfecto
estado para su consumo y fomentar su donación.
Por
un lado, se traza como propósito estimular a las grandes cadenas comerciales a
que redistribuyan aquellos productos que comúnmente, y aún en óptimas
condiciones, son desechados al perder el valor comercial por defectos de
packaging, fechas de caducidad próximas, promociones finalizadas, etc. Por otro
lado, se intenta que los consumidores incorporen mejores hábitos tanto al
momento de la compra como una vez adquiridos los alimentos, teniendo en cuenta
los tiempos de vencimiento en ellos detallados.
Para
dimensionar la magnitud del fenómeno del derroche, vale señalar las cifras
escandalosas que se registran en nuestro país (una realidad de la que, por
supuesto, la provincia de Buenos Aires no es ajena): existe un promedio anual
per cápita de 38 kilos de comida que es botado a la basura. El equivalente
total a 1,5 millones de toneladas de alimentos en condiciones de ser
reutilizados.
Considerando
que en Argentina surgieron organizaciones no gubernamentales en respuesta a
esta cuestión, como es el caso de los Bancos de Alimentos -cuatro de los cuales
funcionan en territorio bonaerense-, el legislador radical subrayó el valor
estratégico que adquiriría la implementación de medidas concernientes a que los
grandes supermercados y los consumidores afiancen un vínculo con las entidades
mencionadas que se dedican al almacenaje y la posterior donación de productos
alimenticios.
Así
las cosas, Vignali puntualizó que “dado nuestro sistema constitucional, la
provincia de Buenos Aires carece de ciertas atribuciones por haber sido
delegadas a la Nación y por ello se solicita se requiera a las autoridades
nacionales la elaboración y aplicación de políticas públicas que apunten a los
mismos fines de las que se proponen en el marco de sus competencias”.
En
tanto, el legislador rojense evaluó que no habría obstáculo para el
establecimiento de otras medidas que fueran nutriéndose de los aportes de las
ONG que ya vienen trabajando en torno a esta temática.
La
problemática adquiere matices tan lamentables como absurdos si se analiza el
contexto en el que se enmarca. Por un lado tenemos la cultura del despilfarro.
Y por otro, una enorme población que cotidianamente debe afrontar el
padecimiento del no tener lo suficiente para comer.
La
proporción de productos desperdiciados representa casi el 12,5 % de la
producción agroalimentaria anual. Lo suficiente para paliar el hambre en todo
el país.
Cabe
enfatizar que es este un fenómeno de índole mundial. Cada año en el planeta se
desperdician 1300 millones de toneladas de comida. Lo que indica que el 30 % de
los alimentos producidos en el mismo período terminan en la basura. Un total de
750 mil millones de dólares destinados al desperdicio.
(www.ArecoCiudad.com.ar)