La Provincia

Ajuste, mensajes y la guerra de siempre

Durante tres semanas, centenares de productores se movilizaron a la Legislatura para expresar su oposición al revalúo y suba del Inmobiliario Rural. Ahora, el sector inició un paro
Durante tres semanas, centenares de productores se movilizaron a la Legislatura para expresar su oposición al revalúo y suba del Inmobiliario Rural. Ahora, el sector inició un paro

LA PLATA, Junio 03.-(Por Marisa Alvarez) Hacía tiempo que el trámite de una ley bonaerense no resultaba tan plagado de tensiones, desprolijidades, maniobras políticas y rumores de los peores, como el que transitó en el último mes la norma que finalmente estableció aumentos en varios impuestos, un revalúo de los campos y permisos a las administraciones provincial y municipales para endeudarse. Y como era previsible, al cabo de un proceso tan tormentoso las consecuencias de la ley van mucho más allá de las efectivamente buscadas. Por lo pronto, han vuelto a colocar a la política -y muy especialmente al oficialismo- otra vez en un tembladeral de consecuencias imprevisibles.

Rumores sobre presuntos montos y supuestos beneficiarios de las coimas que iban variando según las usinas, fueron creciendo con las semanas

En términos estrictos, la norma significará un moderado aporte para aliviar la crítica situación de las arcas públicas. Sumaría, de acá a fin de año, unos mil millones de pesos para el Estado provincial, que afronta un rojo cercano a los 11 mil millones de pesos, y unos 500 millones para el conjunto de las comunas. Y les permitirá elevar la toma de financiamiento en 2 mil millones al Ejecutivo provincial y en 400 millones a los municipios.

Pero los aspectos eminentemente políticos que rodearon al trámite legislativo dejaron un saldo de internas, broncas y desconfianzas que alcanzan a todas las fuerzas políticas con representación legislativa.

La decisión de la Casa Rosada de que Daniel Scioli estableciera el revalúo de los campos -inicialmente incluido en la ley- a través de un decreto, estuvo fuertemente dirigida a elevar el costo político que pueda recaer sobre el Gobernador por un aumento de impuestos “fuera de temporada” como el que se comienza a aplicar por estas horas.

La idea de que el revalúo fuera firmado por Scioli, “nacida” cuando la ley ya había sido aprobada por el Senado, contó primero con el visto bueno de Cristina y se convirtió luego en una orden de la Presidenta, que dejó en claro de ese modo quién manda sobre la tropa legislativa bonaerense, aún con referencia a cuestiones netamente provinciales vinculadas a una situación tan crítica como la que marcan las urgencias financieras de la Provincia y las comunas.

Es cierto que inicialmente la ley se trabó en Diputados por una decisión de la oposición -unánime, aunque reconociera distintas causas- de no dar quórum. Pero al final quedó en claro que el oficialismo pudo haber logrado que se aprobara hace 13 días, cuando el Frente Amplio ofreció quórum a cambio de un escalonamiento del revalúo y de no eliminar una exención a cooperativas. El jueves último la ley vio la luz con esas dos modificaciones, y lo único que pasó en el medio fue que el Gobernador firmó el decreto del revalúo.

En ese proceso, con todo, Scioli obtuvo algo a cambio: el compromiso de la Casa Rosada de contribuir al financiamiento de la Provincia con unos 4 mil millones de pesos “extras” a lo largo de este año. Y volviendo a la columna del debe, el Gobernador deberá anotar allí el enojo profundo de los productores rurales -y por ende, de buena parte de la población del interior, que desde un comienzo -mucho antes del decreto- pusieron en Scioli la responsabilidad del impacto de estas medidas sobre el campo.

Pero fueron sin duda los rumores sobre el presunto pago de sobornos en Diputados los que convirtieron a esta ley en una bomba de tiempo que ayer había comenzado a detonar en el marco de la guerra entre el poder K en la Legislatura y Scioli.

Activado por el Vicegobernador, el fantasma de los sobornos se instaló apenas iniciado el trámite del ajuste fiscal. Mariotto mencionó las coimas como un mecanismo supuestamente habitual para acordar leyes y a partir de allí la oposición debió sobrellevar todo el proceso bajo sospecha. Rumores sobre presuntos montos y supuestos beneficiarios -a cambio de dar quórum- que iban variando según las usinas, fueron creciendo con las semanas. Y finalmente pasaron del “boca en boca” a la palabra escrita, en un chateo entre el vice de Diputados, el camporista José Ottavis, y una legisladora de la agrupación juvenil, que “hablaron” de esas versiones en plena sesión de tratamiento del ajuste impositivo.

La difusión de una foto que mostró esos mensajes puso al asunto en el centro de una polémica, que estalló hace unas horas cuando Ottavis “se defendió” con comentarios, sobre el posible pago de sobornos, que ponían nítidamente bajo sospecha al propio gobernador Scioli.(Fuente: EL DIA)

Comentarios