La provincia

Un escenario inesperado para recibir el 28

Frente a elecciones con “resultado cantado”, las especulaciones se concentran sobre la etapa que estos comicios abrirán, de cara al 2015
Frente a elecciones con “resultado cantado”, las especulaciones se concentran sobre la etapa que estos comicios abrirán, de cara al 2015

LA PLATA, Octubre 20.-(Por Marisa Alvarez) Algunos hechos imprevisibles, con una carga de tensiones e incertidumbres, han venido a signar el último tramo de la campaña para las elecciones legislativas en la Provincia. Ha quedado determinado, de ese modo, un nuevo e inimaginado escenario que, según coinciden los analistas, no alcanzará a modificar los resultados gruesos de los comicios, pero marcará el clima “del 28”, es decir, el arranque de una etapa que significará el final de la gestión de Cristina Kirchner, la definición de “la sucesión” en el ya convulsionado oficialismo y las pulseadas por las candidaturas presidenciales en todos los espacios políticos.

UN FINAL SIN CRISTINA

La Presidenta en proceso post-operatorio, aislada de todos los acontecimientos del país para que el reposo ordenado por los médicos y la recuperación no sufran menoscabos, es indudablemente el eje de ese nuevo escenario.

Hay rumores de que Cristina podría grabar un mensaje, para que sea transmitido por cadena nacional el jueves, último día habilitado para el proselitismo, aunque la Presidenta hablaría genéricamente de la jornada electoral del domingo y su trascendencia para la democracia argentina.

En rigor, es una alternativa que impulsan algunos referentes del kirchnerismo, que debería pasar el filtro de la familia Kirchner, atenta a que nada quiebre las órdenes de los médicos.

Pero lo que sí es seguro es que Cristina no estará el domingo para asumir públicamente los resultados de las elecciones. Y aunque ése es un dato conocido desde el momento mismo en que le detectaron un hematoma en el cráneo y ya entonces le ordenaron un mes de reposo estricto, una decisión de las últimas horas vendrá a darle a su ausencia mayor dimensión política.

SCIOLI CON BUNKER "PROPIO"

Esta vez no se reeditará el búnker en el que tradicionalmente el gobierno kirchnerista y sus principales espadas se reunió en las noches de las jornadas electorales, para asumir públicamente lo que le tocara, triunfos o derrotas.

Daniel Scioli, que siempre formó parte del grupo de funcionarios nacionales, referentes de “la mesa chica” y candidatos y dirigentes porteños y bonaerenses que se reunía en el Hotel Panamericano en esas noches tan particulares, ya recibió el mandato de “buscarse un lugar” -que no sea ese hotel, por su carga simbólica de búnker K- para hacerse cargo públicamente, junto al primer candidato del FpV bonaerense, Martín Insaurralde, del resultado de los comicios en la Provincia.

Se ha especulado a lo largo de todo este tiempo sobre si el problema de salud de la Presidenta incidiría de alguna manera en la tendencia de voto. Algunas consultoras sostienen que subió su imagen positiva pero la mayoría coincide en que no pesará en las urnas. La oposición, de cualquier modo, se ha quejado en la intimidad de que el episodio médico de la Presidenta la ha “obligado” a moderar su discurso crítico del gobierno nacional.

UN PRINCIPIO SIN CRISTINA

Pero el reposo de la Presidenta sí tendrá incidencia en el clima post-electoral, al que aportará una cuota de incertidumbre -entre tantas-, sobre todo porque la llamada transición -el camino hacia los comicios presidenciales del 2015- comenzará sin que se sepa cuándo concluirá puntualmente la licencia de Cristina ni cuándo se reincorporará con total plenitud a la gestión.

Otros dos hechos de índole muy distinta al vinculado a la salud presidencial y entre sí irrumpieron en el tramo final de la campaña, y le propinaron sendos golpes al oficialismo. Uno fue la “discusión” del legislador porteño Juan Cabandié, dirigente de La Cámpora, con una agente de tránsito de Lomas de Zamora; un episodio de videos, mentiras, pedidos de disculpas y en suma un escándalo, que rozó también a Insaurralde y por ende al oficialismo bonaerense. Y el otro, el accidente ferroviario de ayer, cuando otra vez un tren del Sarmiento no frenó y se llevó por delante el paragolpes de la estación Once, un choque que -más allá de la discusión sobre responsabilidades- vuelve a poner en la mira, de la manera más dura, otro aspecto sensible de la gestión gubernamental nacional.

EL SARMIENTO Y LOS VOTOS

Las urnas tal vez digan si estos dos episodios terminarán teniendo alguna gravitación en el voto.

Por lo pronto el nuevo accidente ferroviario generó enorme preocupación en los intendentes peronistas de las comunas que atraviesa el Sarmiento (Tres de Febrero, Morón, Ituzaingó, Merlo, Moreno). A esos jefes comunales ya no les fue todo lo bien que hubieran querido -por decirlo suavemente- en las primarias de agosto y quedaron convencidos de que en esos resultados no sólo pesó la influencia de Sergio Massa en el oeste del Conurbano si no también el trágico accidente de Once de febrero de 2012, que se llevó 52 vidas.

LA CARRERA DEL 2015

La eventual gravitación electoral del “caso Cabandié”, en cambio, genera más dudas. Pero ese episodio provocó tensión en el oficialismo y contribuyó a profundizar la división que, al menos en el territorio bonaerense, se viene profundizando entre la dirigencia del peronismo -empezando por los intendentes- y los referentes de La Cámpora. Una pulseada que, todo lo indica, será clave para la “sucesión” que se abrirá apenas, pasen estos comicios, en el seno del oficialismo y que deberá desembocar en la definición del candidato presidencial del espacio.

Scioli, por lo pronto, se prepara para lanzarse formalmente en busca de esa postulación el 28 mismo. El tema es que también otros gobernadores tienen esa aspiración y una de las incógnitas más fuertes de “la transición” es si lo que hoy se nuclea en el oficialismo (el PJ y todas las variantes kirchneristas no peronistas) llegará unido al 2015. Más aún, pocos apuestan a que el peronismo mismo no sufrirá una fractura. Algunos se preguntan, concretamente, con qué porciones de esa fuerza se quedarían Scioli y Massa si ambos terminaran siendo candidatos presidenciales.

Por lo demás, el 27 ya no guarda grandes misterios. Apenas el que tratan de resolver los encuestadores por estas horas: si Massa le ganará a Insaurralde por siete o por diez puntos.(Fuente: EL DIA)

Comentarios