La provincia

Últimos días de playa y sol

LA PLATA, Enero 19.-(Por Marisa Alvarez) El verano les viene fantástico a los políticos, gobernantes y opositores. En especial a los bonaerenses (y algunos vecinos, como los porteños), que tienen en las costas de su provincia lugares ideales para encontrarse con miles y miles de ciudadanos envestidos del rol de turistas, distendidos como no lo están el resto del año.

Playas que resultan propicias para montar búnkers desde donde desplegar actividades más relajadas.

AGENDAS DISTENDIDAS Y FOTOS

Daniel Scioli y sus ministros, por caso, se esmeran en desarrollar una agenda que, aún cuando incluya cuestiones “de gestión”, esté en lo posible vinculada a la distensión del tiempo de vacaciones de la gente (inauguraciones de espacios deportivos y culturales, supervisión de los operativos de seguridad y sanitarios en las áreas turísticas, asistencia a recitales y partidos de fútbol).

Los dirigentes de la oposición -este verano, con el diputado nacional Sergio Massa en el foco de atención y con Mauricio Macri visitando este fin de semana Mar del Plata; ciudad que en la noche del viernes “reunió” a tres candidatos presidenciales- también buscan el calor del sol y de la gente en los balnearios bonaerenses, dedicados a actividades recreativas, sin las tensiones del resto del año.

Para unos y otros, es la época de fotos con artistas y deportistas. Y, también, para que adversarios que se dedican duras críticas -algunos, al borde de la condición de enemigos políticos- se crucen en situaciones distendidas (puede ser un partido de fútbol o la inauguración de un casino) que los muestren juntos.

Claro que a veces la realidad y los problemas no se toman vacaciones y siguen siendo tan complejos como en el resto del año. O peor. La economía del país, por caso, se ha recalentado este verano hasta la insolación y los aumentos de precios constituyen una preocupación creciente, mientras el dólar blue -al que la gente toma como indicador de cuánto siguen valiendo o cuánto se deprecia el valor de compra de sus pesos- se dispara hasta las nubes.

También el clima político e institucional del país se ha ido recargando de nubarrones desde que comenzó el año, con la Casa Rosada en el centro de las especulaciones, sobre todo por la ausencia pública de la Presidenta y las frecuentes divergencias, cada vez más notorias, entre miembros de su gabinete.

Para algunos observadores, quizás por eso el Gobernador quebró por un rato la uniformidad de su mensaje veraniego, concentrado en los datos referidos a la marcha de la temporada turística en la Costa, para efectuar una vehemente defensa de la Presidenta, a la que definió “en acción” y cuestionar duramente a algunos sectores de la oposición, a los que acusó de “desestabilizadores”, además de defender las políticas oficiales y tratar de “enfriar” las preocupaciones por la inflación.

Y para algunos analistas, su planteo en favor de que las fuerzas armadas tengan un rol en el combate al narcotráfico, habría sido, en el contexto general, un intento de correr el foco de las cuestiones económicas y en particular del dólar blue, para abrir un debate político nacional sobre un asunto diferente, al margen de que quienes lo conoce saben que hace tiempo que Scioli cree, efectivamente, que los militares deberían tener una participación, aunque acotada y puntual, con relación a esa problemática.

Como sea, para la política, sobre todo la bonaerense, el verano transita sus últimos días.

UN LLAMADO PENDIENTE

El gobierno de Daniel Scioli debería definir esta semana y ponerle fecha a la convocatoria a los gremios docentes y de la Administración provincial para poner en marcha las discusiones paritarias, si quiere cumplir con su compromiso de iniciar esas negociaciones “en el transcurso de la segunda quincena de enero”, en medio de una creciente preocupación de los sindicalistas, que ante el anuncio pensaron que las conversaciones podrían iniciarse en torno del día 15 y ahora ya temen que el llamado sea para el 31, tanto como para no incumplir formalmente con aquello de “la segunda quincena”.

Cualquiera sea el día en que arranquen, las paritarias inaugurarán un tiempo complejo para la Administración provincial. Los gremios ya redactaron informes y esquemas de negociación en los que el pedido de aumento salarial ronda entre el 30% y el 35%; demandas que esta vez tendrán un “complemento” que endurecerá las tratativas: como ocurrió con los policías en diciembre, cuando hubo protestas y amagues de acuartelamientos en la fuerza y consiguieron un piso salarial de 8.500 pesos, la mayoría de los sectores afina el lápiz para definir el piso salarial que reclamará para este año.

La Gobernación, en tanto, está forzada a esperar que la Casa Rosada defina la paritaria nacional docente, no sólo como pauta para su negociación con los maestros sino también con los otros gremios estatales.

No es esa “espera”, con todo, el mayor problema que afrontará el gobierno de Scioli en el proceso paritario. Las demandas salariales de este año se inscribirán en un contexto de déficit financiero que obligará a la Administración a tomar nueva deuda, sin señales de que habrá asistencia nacional para afrontar el bache. Y en ese marco, que las clases comiencen el día previsto y no se pierdan días por paros es un objetivo tan primordial como difícil.(Fuente: EL DIA)

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