Bitácora de una mochilera – segunda entrada

Primer destino: Cambury

Por Naty Silva (*), especial para ArecoCiudad.
Por Naty Silva (*), especial para ArecoCiudad.

Después de 3 horas de viaje desde San Pablo llegamos a Boiçucanga, sólo estuvimos unos minutos pero bastó para saber que había llegado al paraíso: de un lado el mar turquesa y detrás morros enormes cercando el pueblo.

Pedimos ayuda en el centro de información turística sobre cómo llegar a Cambury, allí nos atendió un señor muy amable que intentaba explicarnos como llegar a la posada donde nos alojábamos a través de un mapa pero sin hablarnos ¡fue muy gracioso! Hasta que le pedimos que nos llame un taxi ya que los pueblos estaban pegados, pero no teníamos ni idea dónde teníamos que ir. Subimos al taxi y sólo tuvimos que decir ‘Pousada Ventos do Cambury’ y el taxista encaró de una. Intentamos regatear el precio pero sólo conseguimos un descuento de 0.30 centavos, debo recomendar que no tomen taxis en Brasil son muy caros (un recorrido de 1km ½ costó 12 reales).

Llegamos a la posada dónde nos recibieron varias personas que trabajan allí. Ricardo nuestro contacto de couch no estaba en ese momento, pero enseguida lo contactaron y nos armaron un cuarto solo para nosotras ¡unos amorosos! (Muchas Gracias Reinaldo, Valquiria y Cira).

Nos instalamos con Ceci (amiga viajera) y enseguida salimos a conocer el pueblo.

¿Cómo es Cambury? Un pueblo (o playa como lo dividen aquí) que pertenece al municipio de São Sebastião, al este del estado de San Pablo. Es tranquilo por demás. Tiene una avenida principal donde están todos los comercios: supermercado, farmacia, librerías, negocios de ropa y artículos de surf, y varios restaurantes. Sus calles son de adoquines, muy estrechas y  rodeadas de plantas como palmeras, bananeros y flores que nunca vi en mi vida. Además muchas de sus paredes están adornadas de grafitis con dibujos y frases muy pintorescos.

La gente anda mucho en bici o caminando, muy diferente a lo que vi en otras ciudades donde solo se manejan en auto, es por esto también que es muy silencioso, sólo se escucha a lo lejos el ruido del mar, lo que da una paz increíble.

Tiene dos playas bastante diferentes: Playa Camburizinha, pequeña y tranquila, sobre todo en esta época del año que es temporada baja. Y la otra playa es Cambury principal, extensa y elegida por los surfistas  por sus olas fuertes, aquí si hay chicos todo el tiempo y de todas las edades con su tabla de surf, hasta se puede diferenciar a la gente que sale de trabajar y se va corriendo con su tabla a la playa para disfrutar los últimos minutos de sol, ya que aquí a las 18 es de noche.

En nuestra primera noche la chica que trabaja en la posada nos invitó a salir con sus amigas a un bar: “Meio no Mata”. Literalmente el lugar está en el medio de la mata (sobre el morro que rodea la región)  sólo es accesible con auto, ya que es un camino de 10 minutos de pura vegetación, calle de tierra y muy parecido a un laberinto. “Meio no Mata: arte, gastronomía, música e amigos” indica el cartel de bienvenida. Es un lugar muy bonito y vale la pena ir, hay música en vivo improvisada por los propios clientes que ya son amigos de la casa porque es así como te hace sentir su dueño André, comida típica brasilera elaborada con verduras de la huerta que hay en el lugar, fogón, bebidas y sobre todo buena onda. Algo muy divertido es que hay personas de todas las edades y de todos los estilos. Si vienen por estos lados no dejen de visitar este lugar.

El alojamiento principal son las posadas. Durante temporada alta (desde septiembre hasta marzo) es bastante costoso vacacionar aquí, ya que se llena de gente de San Pablo que al estar tan cerca (solo 165 km) aprovecha los fines de semana y las vacaciones para escaparse del cemento y venir a este pequeño paraíso.

En esta región hay muchos pueblos separados por algún morro, pero que fácilmente se llega en auto o en bus. Así que se puede recorrer en poco tiempo diferentes playas.

Nosotras partimos el 26/04 para IlhaBela, tenemos un día bastante largo ya que tenemos que hacer dedo porque estamos bastante cerca de la isla (a una hora en auto); ya les contaré si nos fue fácil o difícil conseguir carona (aventón) en la ruta.

Algunos datos útiles:

          Para llegar de San Pablo a São Sebastião, recomiendo tomar la línea de ómnibus Litorānea, que recorrer la mayoría de las playas del municipio. El pasaje cuesta aproximadamente 40 reales depende hasta donde vayan. Pueden comprar el ticket en la estación de ómnibus Tietê o en el Aeropuerto internacional Guarulhos.

          Los buses urbanos cuestan entre 1.70 a 3 reales, pueden unir diferentes playas.

 

 

(*) silva.natalia@live.com.ar

 

 

Comentarios