LA PLATA, Marzo 25.-(Por Marisa Alvarez) Si hay un universo que se caracteriza por tener una vida subterránea donde permanentemente se despliegan tensiones y batallas invisibles en una superficie aparentemente calma, ese mundo es la política. Situaciones contrapuestas que no tendrían mayor relevancia si no fuera porque muchas veces las guerras que se despliegan debajo de aparentes sintonías tienen como objeto y/o como objetivo áreas de las instituciones gubernamentales. Y de ese virulento contraste hay por estos días manifestaciones de inusitada intensidad en la política bonaerense.
Los crecientes esfuerzos del Gobernador y su Vice por mostrarse en armonía, después de varios meses en los que no ocultaron en público sus diferencias, culminaron esta semana cuando Scioli asistió al primero de los foros de debate -impulsados por Mariotto- de los proyectos de ley vinculados a la Seguridad y la Justicia que elaboró el ministro del área, Ricardo Casal, en este caso, la iniciativa de creación de la Policía Judicial.
La imagen de Scioli y Mariotto juntos en ese foro constituyó una buscada señal política, orientada a mostrar que no hay desaveniencias con relación, por lo pronto, a una movida del Vicegobernador que generó desconfianzas en el Ejecutivo, en la medida que implica una puesta en escena de una "apertura" y "democratización" del debate de los proyectos de ley, cuando en realidad los mecanismos institucionales prevén que todos los sectores, sobre todo los especializados, pueden ser consultados por los legisladores, a través de las comisiones de análisis de las leyes.
Pero por debajo del gesto, la movida demostró que no es oro todo lo que reluce. "Llegó el Gobernador, les pido respeto", dijo uno de los organizadores del foro, en una admisión de que hasta qué punto los convocados al debate eran "críticos" del mandatario provincial, por no decir hostiles.
El listado de expositores y sus consideraciones del proyecto en discusión lo terminaron de confirmar. No está claro cómo se organizó la participación, pero hablaron reconocidos detractores de la política de Seguridad de Scioli, sin que hubiera una sola voz en defensa del proyecto. Y el lugar quedó alfombrado con unos panfletos contra el ministro Casal firmado por una presunta asociación civil que eligió como nombre el del filósofo italiano marxista Antonio Gramsci (1891-1937).
Pero no fue este foro el único hecho de la semana vinculado a una avanzada que, por el contrario, parece sistemática, sobre la política de Seguridad del gobierno de Scioli, que contradice expresiones de "está todo bien".
Cuando se creó la Comisión de senadores que "investigará la investigación" del crimen de Candela Rodríguez, impulsada por el kirchnerismo de la Cámara Alta, el sector se esforzó en explicar que la movida no era "contra nadie" sino "para ayudar". Esta semana la Comisión incorporó como secretaria a alguien que no la integra ni es siquiera legisladora. Designó en ese rol, clave para el desarrollo de la "investigación", a Martha Arriola, ex funcionaria de la gestión de León Arslanián en Seguridad de la Provincia y de Nilda Garré en la Nación, conocida por ser una de las más duras críticas de la política de Seguridad de Scioli. Y ya decidió también la Comisión quién será su primer "convocado": Marcelo Mazzeo, el abogado de uno de los imputados por el crimen que viene haciendo gravísimas acusaciones contra la actuación de policías, magistrados y funcionarios en el caso.
La semana, por lo demás, la completó Garré. Una vez más, la ministra del gobierno nacional se reunió para "analizar la problemática de la seguridad bonaerense" -la definición corrió por cuenta de su cartera- con Martín Sabbatella y Marcelo Saín, dos "opositores K" que, como Arriola, militan en las filas de los más duros detractores de Scioli y Casal.(Fuente: EL DIA)
