Por Manuel Elías (*), especial para ArecoCiudad.
No
debatir ideas no es constructivo; golpear cacerolas tampoco; menos aun realizar
un raid mediático por los medios hegemónicos que son en realidad los que
lideran a la oposición.
A
los legisladores de la oposición nadie les pide que estén de acuerdo con las
decisiones de la Mayoría, pero sí que se presenten a debatir y a aportar ideas
para convertir en ley de la Nación estos proyectos puestos a consideración del
Congreso por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
¿A
qué le tienen miedo? Si en realidad todos cuando vamos a elecciones concurrimos
en igualdad de condiciones, aún más el que más riesgo corre es el partido
gobernante porque siempre la ciudadanía nos evalúa con más exigencia.
De
los tres poderes de la Republica, el único donde la sociedad no tiene casi
ninguna injerencia ni control es en el Poder Judicial. El Poder Ejecutivo y el
Legislativo son elegidos por el voto popular de millones de ciudadanos, pero
los 13 integrantes del Consejo de la Magistratura son elegidos por el voto de
no más de 20 o 25 mil abogados y jueces; entonces para modernizar esta
estructura corporativa se propone elevar los miembros a 19, sumando científicos
y académicos de otras profesiones y que sean elegidos por el voto popular. La
mejor forma de democratizar la institución es abriéndola a la decisión
ciudadana de millones de Argentinos, es decir confiando en las decisiones del
Pueblo.
La
única verdad es la realidad y la realidad dice que no hay nada más democrático
que la expresión de la soberanía popular expresada por el Pueblo con su voto.
No
veo nada antidemocrático en estos proyectos que modernizan el Poder Judicial Federal,
como declama la oposición (afiliados a colegios de abogados y asociaciones de
juristas en alianza con la oposición política y la corporación mediática).
En
cuanto a las medidas cautelares contra el Estado lo que se propone es un
término cierto, un límite contra el abuso, como por ejemplo el abuso de muchos
jueces que postergaron indefinidamente el enjuiciamiento a los miembros de la
Dictadura Cívico-Militar como si los estuvieran protegiendo.
Otro
claro ejemplo actual es el de una empresa que se negó a pagar los aportes y
contribuciones a la seguridad social por los salarios de sus trabajadores, todo
esto es posible por una medida cautelar que lleva más de 10 años de vigencia y
está hoy en la Corte. Esta empresa es el diario La Nación.
Otro
ejemplo es la ley de servicios de comunicación audio visual, aprobada por
amplia mayoría popular y bloqueada durante años por medidas cautelares.
Esta
ley fue declarada Constitucional por la Cámara dando por tierra con este
infundado bloqueo cautelar pero la Cámara al expedirse en definitiva sobre la
cuestión de fondo termina favoreciendo al grupo Clarín, determinando que solo
algunas partes de algunos inciso de unos pocos artículos sean
inconstitucionales porque solo eso afecta a los intereses económicos de Clarín,
colocando a este grupo en ventaja respecto de los demás medios de comunicación
y burlándose de todo un Pueblo que a través de sus representantes eligió que no
quiere más concentraciones oligopólicas mediáticas. Este poder
contra-mayoritario privilegia los intereses económicos de un grupo por sobre el
bien común de toda la sociedad.
Otra
modernización que proponen los proyectos es que sean públicas y de libre acceso
las declaraciones juradas de los magistrados, que son servidores públicos. Además
serán públicas todas las decisiones de la Corte Suprema y de los tribunales de
segunda instancia. Paralelamente se garantiza el ingreso igualitario al Poder
Judicial y al Ministerio Publico mediante concurso público y no por el “dedo”,
lo que se hará por sorteo público en aquellos casos de igualdad de puntaje.
Nada más igualitario y justo.
El
Poder Judicial para impartir Justicia necesita modernizarse y agilizar sus
decisiones, toda la sociedad lo reclama y la Presidenta Cristina Fernández de
Kirchner ha propuesto estas iniciativas para lograr el objetivo de un Poder
Judicial más ágil, más efectivo y más transparente.
En
Democracia se deben buscar los consensos pero si estos no se alcanzan todos
deben aceptar y respetar la decisión de la mayoría legislativa.
La
mayoría se construyen con la fundamentación de las ideas y no con el ruido de
las cacerolas.
En
Argentina cada voto tiene el mismo valor y los representantes del Pueblo surgen
del voto, sus decisiones son la representación de la voluntad del Pueblo, por
ello estamos abiertos al debate de ideas en el ámbito que corresponde el Congreso
Nacional.
(*) Diputado provincial
Presidente
del Partido Justicialista de Pergamino