LA PLATA, Febrero 05.-(Por Marisa Alvarez) Cuando algunos observadores esperaban un período de cierta calma en las relaciones, siempre tirantes, entre los distintos sectores que componen el oficialismo bonaerense, el tema institucional más importante en el que se registran diferencias notorias entre la Gobernación de Daniel Scioli y, ya no los grupos ultrakirchneristas, sino la propia Casa Rosada, copó el escenario provincial. Con el telón de fondo de un saldo dramático del accionar delictivo en lo que va del año, fue Scioli quien primero colocó el tema de la seguridad en el centro de los asuntos públicos y los gestos políticos.
En su primera actividad oficial tras el viaje a Francia, Scioli se mostró en Avellaneda con el ministro de Seguridad, Ricardo Casal y el jefe de la Policía, Hugo Matzkin. Una suerte de supervisión de los resultados de una serie de allanamientos fue la excusa para una foto y conceptos del Gobernador que fueron interpretados como un nuevo aval a Casal, el hombre de su gabinete que es blanco de críticas públicas del gobierno nacional. Durante la ausencia de Scioli, la ministra de Seguridad Nilda Garré, habitual vocera de esos cuestionamientos, se había reunido con el vicegobernador Gabriel Mariotto -a cargo entonces del Ejecutivo-, para "analizar la complementación del accionar de fuerzas federales y bonaerenses en el Conurbano". Un encuentro en el que la ausencia del ministro provincial del área constituía un gesto político ineludible.
Scioli, en rigor, eligió esa movida como la primera de su regreso, a mitad de camino entre el objetivo político de renovar el respaldo expreso al ministro, y el objetivo institucional de mostrarse -una vez más- personalmente ocupado en la seguridad al cabo de un mes en el que en la Provincia murieron seis policías en situaciones de asaltos, un hombre fue asesinado por quienes quisieron robarle una pileta de lona y murió una mujer baleada en su casa por ladrones que también le dispararon a la cabeza a su hijo de 15 años porque no se despertaba, entre otros casos en los que la delincuencia se cobró vidas.
Pero al regreso del viaje, el Gobernador emitió también "señales amistosas" para los sectores K críticos de su política de Seguridad, anunciando el envío a la Legislatura de un proyecto de ley de creación de la Policía Judicial hecho a medida de los planteos de esos espacios -implica que ya no será la Bonaerense la que lleve adelante las investigaciones en las causas penales-, y una iniciativa para conformar las policías municipales de prevención, que vienen siendo reclamadas por intendentes del oficialismo.
MENSAJES
Sin embargo, las tensiones por las diferencias sobre este tema capital aumentaron un día después, cuando Mariotto y legisladores bonaerenses de La Cámpora y del Movimiento Evita encabezaron una movilización de recordación de los dos jóvenes asesinados por balas policiales hace dos años en José León Suárez. Horas antes, Scioli también se había referido a esas muertes definiendo posición: habló de "dos policías irresponsables" que tuvieron "una actitud criminal". En efecto, hay dos agentes procesados por el caso. Pero en la marcha se planteó centralmente un pedido de esclarecimiento de las "responsabilidades de los comisarios" que ordenaron la represión que terminó en esas muertes y el Vicegobernador pidió directamente el desplazamiento del jefe de la Departamental de San Martín.
Con todo, en una señal que tal vez no sea menor, Mariotto también habló de un punto de esta problemática que a Scioli le gusta resaltar: dijo que también "hay policías heroicos".
Por lo demás, la semana también transcurrió en medio de señales de endurecimiento de la posición que los gremios docentes llevarán a la negociación salarial que comenzará en pocos días más y se convertirá en otro foco de tensión en la Administración provincial.(Fuente: EL DIA)
