Fuente: Agencia NOVA
Sergio Berni es más que un secretario de Seguridad. De línea directa con Cristina Kirchner, maneja a su antojo no sólo la cartera que ahora comanda Arturo Puricelli, sino que mantiene su influencia en la Provincia y, especialmente, en la Segunda Sección. Como senador con licencia –dejó su cargo de vicepresidente del cuerpo a principios de 2011 para secundar a Nilda Garré-, su objetivo es reforzar su peso en el terreno bonaerense. Y para eso es clave la “caja” de la Legislatura que aún controla.
Según pudo saber NOVA, Berni digitó desde la Capital Federal el armado de la lista de candidatos a diputados provinciales por la Segunda Sección. Los intendentes y los legisladores de mayor peso habían consensuado una nómina de “unidad”, que distribuía el poder de forma equitativa para todos los sectores. Pero Berni borró ese orden de un plumazo y anotó a su gente, que le reporta de forma directa.
Tal como adelantó este portal en exclusiva, los intendentes resistieron la movida. Pero no les quedó opción. Desde la ciudad de Buenos Aires, y con el acompañamiento de algunos alcaldes “más papistas que el Papa”, Berni terminó imponiendo su criterio. Hoy el malestar persiste.
El mismo sábado 22, día del cierre de listas, Berni convocó a su despacho a todos los sectores del peronismo de la Segunda Sección. El objetivo: conformar una lista de unidad. Advertido de la resistencia de muchos alcaldes, el virtual ministro de Seguridad no quería correr riesgos.
Pero los engañó, porque la nómina que se cerró ese día no fue la que finalmente se presentó ante la Junta Electoral. Ese agitado sábado, la grilla acordada con los intendentes y legisladores estaba encabezada por Andrés Quinteros, un nicoleño que responde a Eduardo Di Rocco y Florencio Randazzo; Manuel Elías, que integra el sector de Julián Domínguez; Graciela Rego, que busca renovar y fue propuesta por la senadora Marina Moretti, amante del intendente de San Antonio de Areco, Francisco “Paco” Durañona, quien a su vez ubicó al cuarto de la lista, Facundo Ballesteros, de La Cámpora de Rojas; Yanina Gallo y Luis Lupini.
Hasta ahí, todo bien. Sin embargo, a horas del vencimiento del plazo para la presentación de las listas seccionales en la Justicia Electoral, fijado para las 0 horas del 29 de junio, Berni metió la cola y ubicó en segundo lugar a Marcelo “Patón” Torres, que actualmente se desempeña como prosecretario legislativo del Senado. Tal como había adelantado NOVA.
El desplazado fue Manuel Elías, que quedó reubicado en el cuarto lugar. Desde el kirchnerismo de paladar negro, Berni le asestó así un certero golpe al peronismo bonaerense, referenciado, en este caso, en Julián Domínguez. El “Patón” Torres quedó, entonces, en el segundo lugar, debajo de Andrés Quinteros. Elías fue depositado cuarto, seguido por Ballesteros, Gallo y Lupini.
El móvil de Berni es reforzar su control sobre la “caja” de la Legislatura. En el Senado sigue manejando los fondos, ya que, como parlamentario en uso de su licencia, cobra todos los módulos que le corresponden. De hecho, le habría pedido a su reemplazante, el arequense Fabio Sorchilli, que le pasara el 50 por ciento de sus módulos. El proyecto del ascendente funcionario nacional es extender esa influencia a la Cámara de Diputados a través de su delfín Marcelo Torres, que fijó domicilio en Zárate para poder competir.
Berni también quería ubicar en la lista a Pablo Banchero, coordinador del Tren Sanitario, otro “foráneo”, según las fuentes del distrito. Referente de Militancia Social, Banchero fijó su domicilio en Exaltación de la Cruz. Nadie quiere a ninguno de los dos en la Segunda. Y quedó claro con el malestar que todavía se registra entre los intendentes.
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