La provincia

Gestos, incógnitas y preocupaciones

Scioli y el ministro de Salud, Alejandro Collia, ayer en la rambla de Mar del Plata
Scioli y el ministro de Salud, Alejandro Collia, ayer en la rambla de Mar del Plata

LA PLATA, Febrero 12.-( Por José Picon) Todavía es una incógnita cuánto durará el "efecto analgésico" de la charla. Pero contribuyó, al menos, a bajarle la fiebre al escenario de tensión que el kirchnerismo parece dispuesto a sostener alrededor de Daniel Scioli.

El Gobernador y Gabriel Mariotto hablaron en los últimos días luego de que el tiroteo político alcanzara otro pico de tirantez por los nuevos dardos dirigidos a los blancos elegidos por los sectores K para cargar sobre Scioli: su política de seguridad y el responsable del área, Ricardo Casal.

Aquel contacto reservado procuró desinflar el terreno de crispación que se va sembrando entre el sciolismo y la Casa Rosada y que en la marcha de la gestión provincial se palpa, en forma evidente, en los cuestionamientos al accionar policial que llegan desde dirigentes K y del propio Vicegobernador.

El último episodio con tenor crítico que protagonizó Mariotto ocurrió hace casi 10 días en la localidad de José León Suárez, en ocasión de cumplirse el primer aniversario del asesinato de dos jóvenes bajo las balas policiales. Participó de un acto junto a varios sectores K como el Movimiento Evita y el sabbatellismo, y tomó el micrófono para reclamar la separación de un jefe uniformado al que le adjudicó responsabilidad por aquél desgraciado suceso.

Aún cuando la movida formó parte de la política de erosión a Casal, en rigor los dichos de Mariotto pudieron estar influenciados por otra cuestión no menos espinosa: se habría enterado por canales no oficiales de la decisión del Gobernador de reincorporar a la policía a seis efectivos que habían sido separados de la fuerza tras los incidentes con La Cámpora en la Legislatura.

GESTOS DE DISTENSION

Como si se tratara de una reedición de lo que ocurrió en diciembre tras esa refriega entre militantes K y la policía, Scioli y Mariotto hablaron otra vez hace algunas horas en busca de bajarle los decibeles a una pulseada que surge tan acelerada como inquietante.

Algunos gestos del Vicegobernador posteriores a ese diálogo parecieran confirmar la distensión. En lo dialéctico, eligió no cuestionar a Casal cuando se lo consultó sobre la seguridad en la Provincia. En los hechos, fue un poco más allá: le reservó al sciolismo dos importantes espacios de poder en el Senado.

En efecto, ubicó a la ex viceministra de Economía de Scioli, Nora de Lucía, como presidenta de la estratégica comisión de Presupuesto e Impuestos de la Cámara alta. Y para ello desplazó a un histórico del PJ y en los últimos tiempos soldado K, Patricio García. La concesión del Vice llegó aún más lejos: el ex ministro de Desarrollo Social bonaerense Baldomero Alvarez, se quedó con la comisión de Obras Públicas.

Pero los poco más de dos meses de convivencia del tándem Scioli-Mariotto han demostrado que las treguas están edificadas sobre cimientos endebles. Por estas horas, en despachos ultra K de la Legislatura se cocina a fuego lento un proyecto explosivo que sale al cruce de una de las iniciativas centrales que el Gobernador pretende plasmar este año: la creación de las Policías de Prevención Municipales.

La propuesta que se terminará de delinear en estos días redobla la apuesta sciolista y, en sintonía con lo que viene planteando el ministro de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni, promueve transferir directamente a los intendentes de los distritos de más de 100 mil habitantes el control de la policía.

La idea, que busca dinamitar además el poder policial con forma de cúpula, choca con la intención del Ejecutivo que, si bien abrirá la participación de los alcaldes en el diseño de los planes de seguridad de las fuerzas locales, promueve que estas fuerzas sigan dependiendo de la Provincia.

Se verá en los próximos días si el proyecto encuentra respaldo entre los numerosos y variados sectores kirchneristas. Y será además una suerte de test para monitorear el impasse en las hostilidades que habrían anudado el Gobernador y su vice.

EL CASO MOYANO

Por otro lado, y leído por algunos como un gesto de diferenciación de la Casa Rosada, Scioli finalmente concretó su promocionado encuentro con Hugo Moyano donde el líder cegetista -transformado ahora en uno de los adversarios del kirchnerismo-, ratificó su alejamiento de las estructuras formales tanto del peronismo nacional como bonaerense. En la Gobernación explican que el encuentro tuvo el objetivo de brindar una imagen de unidad en el partido gobernante y lo definen, en ese sentido, como una contribución a la Casa Rosada.

Para varios observadores, fue una movida en sintonía con algunas acciones que viene emprendiendo el mandatario provincial: marcar que su alineamiento con la Presidenta no le impide echar mano a cierta dosis de autonomía política.

Pero si se lo leyera como una diferenciación, aquél gesto de reunirse con Moyano -el mandatario busca dejar un canal de diálogo abierto con el líder camionero para el futuro-, fue rápidamente compensado desde el costado institucional partidario. La línea sucesoria quiso que de ahora en más quede como presidenta del PJ provincial Cristina Alvarez Rodríguez, una de los integrantes del gabinete de Scioli que profesa la fe K con más entusiasmo. La sobrina nieta de Eva Perón ya avisó: alineamiento total con las políticas nacionales.

UN TEMA CLAVE

Scioli está preocupado por estas horas por un aspecto que considera clave para su gestión y que genera un fuerte impacto social como es el comienzo en tiempo y forma de las clases.

Instruyó a sus funcionarios para poder cumplir ese objetivo. En medio de las turbulencias con sectores de la Rosada, hay sectores del gabinete provincial que sospechan que esa aspiración del Gobernador quizás pueda verse erosionada por el accionar de algunos sectores sindicales cercanos al universo K. Mauricio Macri, con quien Scioli jugó aquél polémico partido de fútbol en Mar del Plata a principios de enero que tanto encono generó en el oficialismo, ya lo vivió con crudeza el año pasado.(Fuente: EL DIA)

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