Fuente: Agencia NOVA

Finalizado el escrutinio definitivo, los resultados de la elección en Ramallo ratificaron los números del 23 de octubre: el intendente radical Ariel Santalla se impuso por una diferencia de 53 votos frente al candidato del FpV, Mauro Poletti. Sin embargo, el postulante kirchnerista aseguró que sus certificados de escrutinio y los de la agrupación vecinalista AMIR le dan una diferencia de 11 mesas en su favor, por lo que solicitará la apertura de esas urnas ante la Justicia Electoral.

Pero el propio vecinalismo de Ramallo salió a desmentir al FpV al asegurar que su apoderado en La Plata sólo se ocupó de contabilizar sus votos y los de ninguna otra fuerza. Consultado por NOVA, el diputado Roberto Filpo (UCR) señaló que “la dirigencia del FpV tuvo una actitud muy improvisada y apresurada, que fue la de salir a festejar antes de que se conociera la totalidad de las mesas escrutadas”.

“A partir de ese error original, ya no tuvieron marcha atrás, por lo tanto lo que hacen es apelar cosas que no tienen ningún sentido, porque las 74 mesas del partido de Ramallo salieron todas absolutamente prolijas, firmadas todas por las autoridades de mesa y los fiscales partidarios”, explicó.

En ese sentido, el legislador manifestó que “a partir de ahí, ellos instalaron una pirotecnia en la que dicen que ganaron por 175, por 70, por 12 votos: no lo tienen en claro porque, además, no presentaron nunca un número, cosa que nosotros sí hicimos y que corroboramos con los demás partidos políticos. En tal sentido, están buscando algún subterfugio para poder salir del ridículo en el que han quedado”.

Filpo expresó que “en el escrutinio, nosotros fuimos con los certificados originales, y ellos con fotocopias, lo cual indica que pueden haber sido bien manipuladas para amañar un resultado. Esto resulta peligroso porque una cosa es tener alguna duda razonable sobre el resultado, y otra es intentar caer en burlar la voluntad popular”.

“Ese es nuestro límite, y vamos a defender este resultado legítimo con todas las fuerzas con que nos asiste la ley y la voluntad de la gente –enfatizó el diputado-. Nosotros no vamos a permitir que se intente caer en prácticas fraudulentas que pretendan deslegitimar un triunfo que fue conseguido con todas las de la ley el 23 de octubre”.

Siempre en diálogo con este portal, el ex intendente de Ramallo sostuvo que la Junta Electoral “coincidía plenamente con nosotros a medida que se iba trabajando”. “Por otra parte –añadió-, los resultados son los mismos que fueron cargados oportunamente por el Ministerio del Interior, con los telegramas enviados por el Correo Argentino”.

“No hay ninguna duda: nada ha cambió desde la noche del 23 de octubre hasta la fecha. Simplemente ellos, que insisten con denuncias que realmente causan risa, pero que obedecen a una motivación real –subrayó Filpo-: ver cómo pueden salir de este ridículo por salir a festejar de forma apresurada”.

En ese sentido, el legislador cuestionó al FpV porque “vieron que lo que nosotros decimos es real para la Junta Electoral y, como deben tener una estrategia al respecto, no firmaron, aunque sí están anunciando públicamente que van a apelar el resultado”.

El diputado también hizo referencia al supuesto apoyo del candidato vecinalista, Damián Agotegaray, al postulante del FpV. “Cayeron en una nueva mentira –dijo-: Poletti salió a decir que tenía el apoyo de AMIR, cuando nosotros vimos que entraron por el vecinalismo varios fiscales del FpV disfrazados de vecinalistas, que inmediatamente después fueron a abrazarlo y a saludarlo”.

- ¿Hay algún antecedente de que un juez electoral disponga abrir las urnas luego de una solicitud de estas características?

- Entiendo que no. No obstante, no me quiero arrogar el derecho de ponerme en el lugar de la Justicia Electoral, que son los que decidirán: pero acá todo fue hecho de manera absolutamente transparente. Con lo cual no tengo ninguna duda sobre el accionar de la Junta Electoral, porque está todo muy claro y es un triunfo legítimo que no admite dudas: de la misma noche del 23 hasta el momento, nada ha cambiado.