La provincia

En la antesala de la última gran batalla del año

LA PLATA, Octubre 15.-(Por Marisa Alvarez) El episodio Mariotto, que mostró al Vicegobernador propiciando una decisión que es facultad exclusiva del Gobernador para encontrarse con un reto hasta de la Casa Rosada, fue sin duda el dato político más comentado de la semana bonaerense.

Pero su “final” no debería generar confusión. Mariotto es uno de los protagonistas de un ámbito, la Legislatura, donde la tregua ordenada desde la Casa Rosada en la pelea entre la Gobernación -el sciolismo, si se quiere- y el ultrakirchnerismo-cristinismo apenas si frena las manifestaciones públicas más duras, pero no evita que, bajo otros formatos y con otras armas, la confrontación se mantenga sin pausa. Más aún, las semanas del año que quedan marcarán un recrudecimiento de las batallas que la interna del oficialismo libra en la arena de la Legislatura.

DE GANANCIAS Y PERDIDAS

A los habitantes de la Gobernación les costó disimular la alegría que les produjo el resbalón de Mariotto, cuando elogió la decisión del Chaco de pagar con pesos una deuda en dólares y acotó que si a Daniel Scioli se le ocurriera hacer lo mismo, iba a tener “el apoyo de la Legislatura” (o sea, de él y los legisladores ultra k). El Vice terminó, es público y notorio, “retado” por la máxima conducción del gobierno nacional, que tuvo que salir a aclarar que el Banco Central suministraba dólares a las provincias que tuvieran que pagar deudas pactadas en esa moneda, para frenar el derrumbe del valor de todos los bonos argentinos “dolarizados”. Y el sciolismo entendió que, en términos políticos, ganó el round.

Pero también hubo pérdidas. Más concretas. El festejo se tornó lamento y reproche en la Gobernación cuando, en medio de la reacción negativa de los mercados por lo del Chaco y los dichos del Vice, la Provincia salió a tomar fondos mediante la colocación de Letras. Pagó, por esos préstamos a cortísimo y corto plazo, entre el 16,5 y casi el 18% anual. Y hay funcionarios que adjudican a un “efecto Mariotto” dos puntos de ese elevado costo financiero. Sostienen que hasta horas antes “el mercado” les iba a prestar a tasas del 14 y 16% (igualmente altas, por cierto).

En el criterio de algunos observadores, el ímpetu pesificador del Vicegobernador tuvo origen en una especie de derrape “ideológico”, producto de que no siempre el discurso K tiene un correlato con las decisiones de la Casa Rosada. Aunque no descartan que Mariotto haya querido, de paso, embretar “ideológicamente” a Scioli impulsando una pesificación con la que -daba por hecho- el Gobernador no coincidiría.

La polémica sobre si Mariotto ha dejado de ser o no el líder del dominio ultra K en la Legislatura está abierta. Pero, de cualquier modo, el clima que generan en ese ámbito las diferencias intestinas del oficialismo no mejora. Un clima capital, porque -claro- lo que se pone en juego en esos tironeos son leyes importantes para los bonaerenses.

CADA UNO ATIENDE SU JUEGO

De acá a fin de año, el ultrakirchnerismo del Senado estará concentrado en la aprobación de su “propio” paquete legislativo, un conjunto de reformas vinculadas al funcionamiento de la Justicia, que pasan por el Consejo que elige a los candidatos a jueces y fiscales, el sistema de jury, la división de la Procuración General de la Corte y la creación de la Policía Judicial.

Salvo ese último proyecto, que fue inicialmente promovido por el Gobernador aunque de su letra quedó poco y nada, el resto de las iniciativas son impulsadas por los senadores K, con prescindencia notoria de los criterios, de fondo y de tiempos, del Ejecutivo.

Los diputados K, por su lado, manejan una agenda propia más breve. Pero marcaron el debut legislativo de “Unidos y Organizados” con un proyecto de ley “fuerte” -orientado a establecer la donación de tierras, para viviendas, de los emprendimientos tipo country- y empezaron a germinar una iniciativa, la autorización para que se cree un sindicato policial, que irrita al Ejecutivo.

La agenda legislativa de Scioli marca como objetivo excluyente hasta fin de año, en cambio, la aprobación del Presupuesto de gastos y recursos para el 2013, los aumentos de tributos que busca plasmar en la Ley Impositiva y las autorizaciones de endeudamientos que diseñó para llevar adelante esas cuentas.

La Gobernación pretende que ese paquete sea plasmado en leyes sin mayores cambios, y pronto. Las previsiones formales para las finanzas del 2013 se mezclan con las urgencias por tomar financiamiento en las próximas semanas para poder pagar sueldos y aguinaldo en tiempo y forma. Pero los legisladores K se declaran dispuestos a analizar “a fondo” los cálculos sciolistas, incluyendo datos que no figuran en los anexos, mientras en voz baja van profundizando críticas al proyecto. Y no serán los únicos que complicarán “la prioridad” de la Gobernación. Los intendentes, oficialistas y opositores, reclaman que el Presupuesto refleje sus intereses y la oposición quiere que cada ministro le explique con qué recursos contará su área.(Fuente: EL DIA)

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