Caso Fernando Carrera

El “Rati Horror Show” en Salto

SALTO, Mayo 18 (Por Valeria Vizzón, especial para ArecoCiudad.com.ar) Bronca, impotencia, incredulidad, injusticia, tristeza son algunos de los sentimientos que invaden al ver la película Rati Horror Show de Enrique Piñeyro. Y varias certezas: Fernando Carrera estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado. Una policía –en este caso la Comisaría 34ª- corrupta armó una causa donde Carrera era el delincuente. Luego fiscales inoperantes y funcionales al sistema creyeron esta historia. Finalmente el juez dio su veredicto: 30 años de prisión. Muchos más de los que han recibido genocidas de nuestro país involucrados en casos de torturas y desaparición de personas.

Pero Carrera es inocente y víctima de un poder judicial lento, inoperante, que no quiere dar marcha atrás en un caso que no deja lugar a dudas con errores groseros, falta de testigos, policías vestidos de civil, etc. Carrera espera y desespera desde hace siete años en un penal de Marcos Paz. Su esposa e hijos lo ayudan desde afuera y sus abogados Federico Ravina y Rocío Rodríguez López luchan por la verdad, y esperan que la Corte Suprema de Justicia cambie el fallo. Todos esperan desde hace 4 años.

Huelga de hambre y proyección en Salto

El jueves 17 de mayo, Fernando empezó una huelga de hambre. A la misma hora, en Salto, dos profesores de Historia Francisco Evangelista –compañero de escuela de Carrera- y Carla Dordoni junto a centros de estudiantes y diversos colaboradores organizaron la proyección de la película Rati Horror Show en la plaza San Martín, con la presencia de su director, Guadalupe –la mujer de Carrera- y dos de sus tres hijos Jennifer (17 años) y Fabricio (7 años) y los abogados.

El lugar elegido no pudo ser el mejor: la plaza central de Salto, donde seguramente Fernando pasó algunas tardes de su infancia ya que concurrió a la primaria a la Escuela N°2. Allí sobre calle Sarmiento, se montó un escenario, una pantalla gigante y se dispusieron sillas, que no alcanzaron para tantos vecinos que se acercaron. Vecinos de todas las edades, adolescentes, jóvenes. Todos estuvieron allí con el mismo objetivo: ver la película y brindarle fuerza a Fernando desde Salto, el lugar donde viven sus padres –también presentes-. Un Salto que hasta ahora había mirado desde afuera la tragedia, con desconfianza y desconocimiento. Pero ayer, las imágenes fueron contundentes, la película no deja dudas: Fernando es inocente y si él no es el culpable, hay otros culpables, otros que deben ser juzgados.

El debate

Un aplauso sentido, y lágrimas en los ojos de muchos de los presentes marcó el fin de la proyección. Llegó el momento de las palabras de Piñeyro y Ravina, de las preguntas, y de las respuestas. El futuro de Fernando está en manos de los jueces de la Corte Suprema de la Nación. Un país con justicia, una cuenta pendiente para los argentinos. (www.ArecoCiudad.com.ar)

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