La provincia análisis político de la semana

Una calma superficial

En el plano político, Cristina Kirchner hizo honor a la tregua iniciada sentando en su estrado a Daniel Scioli en un par de actos y mostrando menos tensión
En el plano político, Cristina Kirchner hizo honor a la tregua iniciada sentando en su estrado a Daniel Scioli en un par de actos y mostrando menos tensión

LA PLATA, Julio 29.-(Por Marisa Alvarez) Hay situaciones en que las comparaciones son inevitables. En los niveles institucionales y políticos de la Provincia, no podrían definirse los últimos días sin contrastarlos con las largas semanas previas, con cronogramas de pago del aguinaldo a medio millón de estatales en cuotas; sin seguridades sobre cómo el gobierno bonaerense conseguiría los fondos para cumplir, siquiera, con esas “mensualidades”; con paros y protestas callejeras cotidianas de los afectados por esa situación; con la Presidenta cuestionando públicamente al Gobernador como administrador y gestionador; con la Legislatura rechazando sistemáticamente, desde el propio oficialismo, las posibles medidas que el Ejecutivo iba imaginando para salir de la crisis del aguinaldo.

 En esa comparación, la última semana se vivió en distintas esferas, y en particular en la Gobernación, casi como una estadía en el paraíso.

CALMA, PERO NO TANTO

Todos saben, sin embargo, que estos días transcurren en una calma superficial. Por debajo, prácticamente intactos, permanecen los factores económico-financieros y políticos que generaron las turbulencias y las crisis recientes.

El pago que completó el medio aguinaldo, concretado en los últimos tres días hábiles llevó alivio al Ejecutivo. Pero no hubo allí tiempo para celebraciones. Para la liquidación de los sueldos de julio, que comenzará el próximo miércoles, la Provincia tendrá que volver a tomar deuda por unos 230 millones de pesos. Lo hará emitiendo un bono que se ajustará por la evolución del dólar más una tasa de interés, con el pago de prácticamente el resto de las obligaciones congelado.

Precisamente por eso, el clima vuelve a enrarecerse con un notorio aumento de los reclamos de proveedores de bienes y servicios básicos del Estado provincial por los pagos atrasados.

TREGUA, PERO NO TANTA

En el plano político, Cristina Kirchner hizo honor a la tregua iniciada hace 12 días sentando en su estrado a Daniel Scioli en un par de actos públicos y mostrando inclusive en esas ocasiones menos tensión y saludos un tanto más afectuosos.

Pero la precariedad de la tregua quedó en dura evidencia a poco de andar. Más precisamente cuando la Casa Rosada salió a cruzar el aumento de tarifas autorizado por el gobierno de Scioli a las concesionarias bonaerenses del servicio eléctrico anunciando que, como consecuencia de esa medida, serán reducidos en la misma proporción los subsidios que le paga la Nación al sector energético. Lo hizo a través de un comunicado firmado por Julio De Vido, que no sólo anunció una medida que podría tener fuerte impacto en los bolsillos de los ciudadanos, que verían aumentar sus facturas de la luz por doble vía: la tarifa y el recorte del subsidio.

El ministro no se privó de incluir en el comunicado consideraciones políticas, en las que puntualizó que un aumento tarifario “no se condice con la política de inclusión social del gobierno nacional”.

En rigor, hasta iniciado el fin de semana, no se había elevado a la Administración provincial ninguna comunicación tendiente a concretar el anunciado recorte de los subsidios a los bonaerenses. Pero en la Gobernación admitían que el anuncio de De Vido constituyó, por lo pronto, un nuevo y duro cimbronazo político, con un golpe otra vez dirigido a la gestión. Y no pasó desapercibida, en ese sentido, la seguidilla de intendentes kirchneristas que salieron a cuestionar a Scioli por el ajuste en las tarifas, todos ellos a través de declaraciones a la agencia oficial de noticias, que responde directamente a la Rosada.

Las vacaciones, mientras tanto, despoblaron la Legislatura y llevaron a lugares lejanos a los senadores y los diputados. Pero el receso no alcanzó a evitar que comenzara a tomar forma entre los sectores ultra K y la oposición un acuerdo para reformar el sistema de explotación de los juegos de azar. Con todo, no hay consenso aún entre los grupos K sobre qué cambios introducir, y los más vinculados a la Rosada sostienen que la directiva sería aplicar un aumento del canon que pagan los bingos por las tragamonedas, actualmente en el 34%.

Lo cierto es para no pocos actores de la política bonaerense, la de estos días podría no ser más que la calma que precede a las tempestades.(Fuente: EL DIA)

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