LA PLATA, Marzo 24.-(Por Marisa Alvarez) Es sin duda sorprendente la facilidad con que cambian los climas en los ámbitos políticos y que sean gestos tan mínimos como ambiguos los que provocan los virajes. Pero la política argentina aporta todos los días ejemplos de la volatilidad de sus estados de ánimo. Por caso, una oleada de ilusión y optimismo renovó el aire, el viernes, en despachos de la Gobernación bonaerense. Habían escuchado el mensaje de la Presidenta al mediodía, cargado de apelaciones a la conciliación, la unión, la fraternidad, la aceptación de la diversidad, el perdón. Fue un mensaje imbuido del “nuevo espíritu” que inspira el Papa Francisco. Y cerca de Daniel Scioli creyeron entender que Cristina los incluía expresamente en ese emocionado llamado al diálogo, la concordia y la unidad.

Algunos ministros creen haber visto, en rigor, “gestos de pacificación” previos al mensaje. Enumeran cierto amaine en las críticas de referentes K, que Cristina lleve varios actos públicos sin “pegarle” a Scioli , que se siga postergando la movida K que se realizaría en La Matanza para, como ocurrió en enero en Santa Teresita, reunir a la mayor parte del peronismo bonaerense y excluir al Gobernador...

Claro que hay quienes ven de otra manera ese paisaje. Ven que la Presidenta realizó dos actos públicos en el Conurbano esta semana y el Gobernador no estuvo en ninguno de los dos. Y sostienen que “la cumbre K” de La Matanza finalmente se hará, y no sólo para dejar al sciolismo sin invitación sino para “analizar” la gestión provincial en educación, seguridad y finanzas.

Lo cierto es que por la tarde del mismo viernes en ámbitos clave del sciolismo se respiraba cierto renacimiento del optimismo.

¿UN MINISTERIO PARA LA RECONCILIACION?

Crisis brutal en las arcas bonaerenses mediante, la ilusión central pasa por una restauración de la relación con la Casa Rosada que se traduzca fundamentalmente en el tan esperado como denegado aporte extra de recursos de la Nación a la Provincia.

Pero como en todo caso esa “ayuda” sería el resultado final de una recomposición política, operadores de Scioli trabajan en un listado de gestos y acciones a aportar para la reconciliación.

Y algunos piensan en gestos fuertes. Como la posibilidad de ofrecer al kirchnerismo un ministerio. “Educación o Desarrollo Social”, serían las opciones apuntadas en el primer borrador.

El brote de optimismo no llega, sin embargo, a todos los ámbitos sciolistas ni a todos los observadores de la política.

Pocas horas antes del “cambio de clima” en la Gobernación, Scioli consideró necesario salir con enjundia a “aclarar” que las elecciones de este año lo encontrarán en el seno del más puro oficialismo. El que inscribirá las listas de candidatos que dicte Cristina. Lo hizo para cortar de cuajo interpretaciones de “ruptura” de Scioli con el kirchnerismo que algunos le otorgaron a expresiones de Alberto Fernández y del conductor de La Juan Domingo, Cacho Alvarez. Habían dicho que esa agrupación sciolista enfrentará con candidatos propios al kirchnerismo en las internas del FpV y, si no hay primarias -una posibilidad que se consolida-, en las elecciones generales.

Pero en el núcleo duro del cristinismo dicen que saben de sobra que Scioli jugará “formalmente” como lo indique la Presidenta. Y que el enojo de la Rosada pasa por el convencimiento de que el Gobernador, sin “romper” ni listas propias en lo formal, tendría acordado con Francisco De Narváez poblar con sus candidatos las nóminas que encabece el Colorado y que incluirían un Scioli. Pepe. Por lo pronto últimamente Carlos Kunkel critica al Gobernador pegándole al hermano. Ocurre que la intención de voto a De Narváez se consolida en las encuestas que miden también a Alicia Kirchner al frente de los candidatos de la Rosada.

PELEAS POR TODOS LADOS

Si el nuevo espíritu franciscano modificará o no la relación entre la Casa Rosada y la Gobernación se verá en las próximas semanas. Lo que luce como bien difícil es que sus efectos actúen también sobre las pujas, rencillas, desconfianzas y recelos que signan hoy la ardua convivencia en el seno del oficialismo.

Buena parte de la política sigue atenta a la relación entre Scioli y Sergio Massa. Mirando ya al 2015, creen importante que ambos aparezcan “juntos”, aunque lo más probable es que este año asuman posturas electorales diferentes. En la última semana, sin embargo, Massa pegó a última hora el faltazo a dos citas con Scioli en La Ñata. Primero a un partido de fútbol y luego a una cena reservada. La supuesta previa difusión de esos encuentros habría enojado al tigrense.

En el massismo crece la especulación en tanto, de que el intendente jugará este año con listas de su propio sector, el Frente Renovador -enfrentando al kirchnerismo-, pero él no sería candidato. Y para esa eventualidad, quien ya se está poniendo el traje de primer postulante a diputado nacional en lugar de Massa es Felipe Solá. Pero la mitad del massismo y los grupos del peronismo crítico que prevén alinearse en ese sector ya juran que si el ex gobernador es el principal candidato del espacio, ellos buscarán otras alternativas.

No están mejor las cosas en el frente ultrakirchnerista. Y la Legislatura lo refleja. En el Senado es cada día más evidente la pulseada entre el vicegobernador Gabriel Mariotto y la jefa del bloque FpV, Cristina Fioramonti, representante del eje Julián Domínguez-Carlos Kunkel que apuesta a liderar el peronismo bonaerense. Y en la Cámara de Diputados cobra intensidad la puja entre los sectores de La Cámpora que responden a José Ottavis y a Wado de Pedro, con el jefe de la agrupación, el Cuervo Larroque, más cerca de Pedro. Aunque ésa dista de ser la única interna entre los diputados kirchneristas, una bancada donde abundan también críticas y broncas con el presidente de la Cámara, Horacio González, y con el jefe del bloque, Juan de Jesús.(Fuente: EL DIA)