Por Maxi Pérez, (@perezmaxi) corresponsal de NOVA en Casa de Gobierno y Legislatura Bonaerense

La primera sesión del año en la Legislatura bonaerense dejó sabor a muy poco en términos de propuestas, pero dejó en claro que la relación de fuerzas en esta inédita división en tercios (¿?) será mucho más compleja de lo que parecía.

Ni siquiera los legisladores del PRO saben a ciencia cierta cuáles serán los mecanismos legislativos para iniciar el tratamiento del paquete de “emergencias” que pretende poner en marcha María Eugenia Vidal y desde el radicalismo tiene cada vez menos confianza en la posibilidad de participar en la toma de decisiones del gobierno provincial.

Por el lado del Frente Renovador, sólo se materializó lo que anunciamos semanas atrás, el grupo más rupturista de ese espacio en términos políticos no se banco la negociación del oficialismo con el FPV residual del senado y hoy el acuerdo legislativo del massismo con Cambiemos está virtualmente roto. 

“En lugar de Cambiemos, esto es mantengamos” despotricó Sebastián Galmarini después de denunciar que Daniel Salvador “se llevó puesto el reglamento” para repartirse comisiones con La Cámpora. El senador reiteró que quieren acompañar al gobierno, pero afirmó que no van a hacerlo en esas condiciones.

El FPV aún es un bloque en diputados, pero no termina de resolver su situación interna y los ánimos están tan caldeados que hasta hubo trompadas en medio de una discusión y, algunos afirman, que hasta apareció un arma de fuego con la que Aníbal Regueiro habría amenazado a Héctor Quinteros, aunque luego los dos desmintieron el rumor.

Con este escenario de fondo, el oficialismo saca cuentas, porque todavía necesitan del acuerdo con todos los sectores para poder por lo menos iniciar el debate sobre la Modernización del Estado y la Reforma Política, dos iniciativas en que las que confían para desviar por unos meses la atención sobre la economía bonaerense que seguirá complicada a lo largo de todo el año.

Vale decir que comenzó el tiempo de descuento, las estrategas de Vidal saben que pueden dilatar los tiempos para presentar los proyectos del “cambio”, pero sin exagerar. Cada semana de retraso aumenta las chances de que la recesión económica se haga palpable y ya no exista propuesta legislativa capaz de ocultarla.

La deuda, siempre la deuda

Necesitado de triunfos,  luego del papelón con las paritarias, el gobierno presentó la primera colocación de deuda como un éxito rotundo de la gestión debido a que se recibieron ofertas por el triple de lo finalmente aceptado. 

Sin embargo a muchos les resultó sospechoso cierto apuro para colocar 1200 millones de dólares a una tasa similar a la del último endeudamiento deDaniel Scioli, cuando apenas faltan 25 días para el tan promocionada acuerdo con los fondos buitres que, se cansan de decir en el entorno deMauricio Macri, permitirá bajar las tasas de interés casi a la mitad.

Son apenas un par de semanas, tiempo insuficiente incluso para gastar todo el dinero que ingresará a las arcas provinciales desde que se oficialice la emisión del nuevo bono. ¿No hubiera sido conveniente comenzar con un monto menor, acorde a las urgencias del mes siguiente y esperar mejores condiciones a partir del 14 de abril?, pareciera que si, entonces hay que buscar otra explicación.

Las reservas del Banco Central no eran tan bajas como pretendía el actual gobierno durante la campaña presidencial, ni se recuperaron tan rápido como se esperaba tras la salida del cepo cambiario.  La realidad es que sin profundizar una caída libre, la curva sigue siendo descendente y los dólares que según Alfonso Prat Gay iban a ingresar a montones están tardando más de la cuenta en llegar.

Entonces, impedido de establecer restricciones para evitar la fuga, el gobierno necesita de dólares frescos para hacer frente a la demanda, pero las inversiones, si es que llegan, lo harán en la segunda mitad del año y el otro grupo capaz de generar divisa verde, es decir los productores agropecuarios, dejaron en claro que tienen una amplia capacidad especulativa y esperan una cotización mayor, complicando también los planes del ejecutivo nacional.

No queda otra que pedir los dólares prestados, pero el gobierno no puede hacerlo en medio de la negociación con los buitres y por eso el pedido bajo a los provincias, donde cosechó un rechazo casi absoluto. Solo Buenos Aires acató la orden y salió presuroso a devolver el favor de Macri en el acuerdo con los docentes.

Es que los 1200 millones de dólares engrosaran las reservas del BCRA, en tanto que a la provincia llegará su equivalente en pesos, el dato que no se puede pasar por alto es que según las estimaciones, la entidad monetaria habría perdido en las últimas semanas una cifra, quizá demasiado cercana a la de la deuda que acaba de emitir la provincia.

La verosimilitud de los rumores

El rumor circuló por las redes sociales y en las últimas horas fue desmentido por el intendente platense Julio Garro. Decía que el alcalde podría renunciar o por lo menor pedir una licencia por 150 días hasta aclarar el episodio del robo a su casa del country Grand Bell.

El nombre de Garro fue decantando lentamente en los mentideros políticos, porque cuando comenzó la supuesta operación, solo se sabía que un intendente de Cambiemos estaría próximo a renunciar o a pedir una larga licencia. 

Además del platense, también Martiniano Molina de Quilmes, Carlos Arroyo de Mar del Plata y Ezequiel Galli de Olavarría, picaron en punta como posibles protagonistas de la historia, hasta que finalmente todos los flashes apuntaron a la ciudad de las Diagonales.

Más allá de que la historia sea verdadera o no, quedó demostrado que la gestión de Cambiemos tiene serios problemas en varios distritos y eso convierte en, por lo menos, creíble la renuncia de un intendente a apenas 3 meses de asumir.

Por eso en el territorio también el gobierno deberá redoblar esfuerzos para demostrar en las próximas semanas, ya no meses, que tiene capacidad en los distritos que gobierno, de encaminar la gestión en la senda de solucionar los problemas de los vecinos.

De no conseguirlo, tal vez los rumores desaparezcan, pero solo para convertirse en la pura verdad.