El
diputado provincial del GEN, Jorge Santiago,
presentó un novedoso proyecto que establece pautas al engorde intensivo de
animales a corral “a fin de garantizar un medio ambiente sustentable, el
derecho a la producción y el bienestar animal”.
Este
proyecto de Ley, de 26 artículos, establece una normativa que abarcará “a todos
los establecimientos de engorde intensivo de bovinos a corral existentes, los
que se instalen en un futuro y los que amplíen o modifiquen sus instalaciones
dentro de la jurisdicción de la provincia de Buenos Aires, los cuales deberán
adecuar su funcionamiento a los requisitos, exigencias y limitaciones
establecidas en la presente”.
El
legislador oriundo de Rojas define la actividad de engorde intensivo como
“Establecimiento Pecuario de Engorde a Corral (EPEC), a un área de
confinamiento con comodidades adecuadas para una alimentación directa del
animal con propósitos productivos. Las
instalaciones para acopio, procesado y distribución de alimentos se consideran
parte de la estructura del EPEC”.
Quedan
excluidos del alcance de la presente ley cuatro situaciones concretas: los
encierres temporarios para destetar terneros; encierres por emergencias
sanitarias; encierres por emergencias climáticas; y otros encierres
transitorios que no excedan de 30 días.
Asimismo,
el diputado que representa en la Legislatura a los ciudadanos de la Segunda
Sección bonaerense, establece en el proyecto dos nuevos organismos: el Registro
Provincial de EPEC: en el que se inscribirán, a petición de parte o de oficio,
todos los establecimientos comprendidos en la presente ley; y el Registro de
Responsables Técnicos: en el cual deberán inscribirse los profesionales
matriculados por el Colegio de Veterinarios y de Ingenieros Agrónomos.
Además,
los EPEC tendrán una superficie mínima de funcionamiento, cantidad de animales,
el bienestar animal, el suelo y las distancias de protección. Quienes no
cumplan la normativa serán sancionados con apercibimiento, multa,
inhabilitación temporaria o clausura del establecimiento.
Santiago
recuerda, en los fundamentos de la iniciativa, que “la proliferación de este
sistema de producción se debe a que el incremento del aprovechamiento de las
tierras generadas por cultivos más rentables, como la soja, está desplazando la
ganadería a los rincones menos fértiles de los territorios”.
“En
vez de alimentarse de los pastos naturales (ganadería extensiva) o de plantas
forrajeras como la alfalfa, el ganado de los feedlots se nutre con alimentos
balanceados hechos a base de maíz, soja y otros suplementos especiales”, añade.
Otro
de los objetivos que busca Santiago con
esta norma es “poder asegurar a los consumidores, tanto del mercado externo
como el interno, la calidad del producto comercializado. Para ello es
importante establecer las prácticas que aseguren el bienestar, salud y
alimentación adecuada del animal, como así también el cuidado del medio
ambiente”.
Por
último, Santiago reflexiona: “debemos tomar conciencia y pensar en el feedlot
como una fábrica de carne y que, como en toda fábrica, se deben respetar
procedimientos de manera estricta para lograr un producto final de calidad.
Todos los pasos industriales deben ser cumplidos, no se podrán saltear etapas u
olvidar medidas de manejo, ya que todo debe responder a un estricto programa de
producción”.