La provincia

Problemas y política, sin vacaciones

Scioli y Macri arrancaron el año compartiendo la inauguración de una planta de tratamiento de residuos y facilitando la primera foto del 2013 juntos
Scioli y Macri arrancaron el año compartiendo la inauguración de una planta de tratamiento de residuos y facilitando la primera foto del 2013 juntos

LA PLATA, Enero 06.-(Por Marisa Alvarez ) Muchos se instalaron con sus familias en lugares de veraneo. Otros tantos, entre los que tienen obligaciones ejecutivas, van y vienen de sus despachos a las playas. Muchos, también, aprovechan también para “hacer contacto con la gente” en los balnearios más concurridos. Pero los políticos bonaerenses no se tomaron verdaderamente vacaciones en esta temporada, al menos en este arranque. Están, para resumirlo, funcionando a media máquina. Y los problemas, ya se sabe, tienen la mala costumbre de no irse de veraneo en la Provincia, muchísimo menos los crónicos. Un paisaje en el que en estos primeros días del nuevo año se han entremezclado, casi irremediablemente, “la política” y una de las problemáticas más complejas y duras de la Provincia.

Una problemática aguda

La inauguración, el jueves, de una planta de tratamiento de los residuos que genera el área metropolitana (capital federal y una veintena de municipios del Conurbano bonaerense), y que permite reducir la cantidad de basura que finalmente se entierra en el único relleno que funciona para esa región, significó un avance en uno de los problemas estructurales más agudos de la Provincia, pero al mismo tiempo volvió a exponer y a colocar sobre la mesa las serias discrepancias de criterio de gestión y políticos que existen entre los actores involucrados en el tema. Diferencias que, si no se superan, no permitirán encontrarle una solución, ya de por sí sumamente difícil, a un factor que pone en juego la calidad del medio ambiente y por lo tanto la salud de la población.

Para entender de qué se trata: en el relleno Norte III se vuelcan unas 14.250 toneladas diarias de basura, de las cuales 6 mil provienen de la capital federal y el resto del Conurbano. El predio está ubicado en terrenos de Campo de Mayo, en la frontera entre los distritos de San Martín y San Miguel, con una influencia ambiental que se extiende a San Fernando, Tigre, Vicente López y San Isidro, todos gobernados por intendentes (Gabriel Katopodis, Joaquín De la Torre, Luis Andreotti, Sergio Massa, Jorge Macri y Gustavo Posse). Un grupo que, por lo demás, ha desarrollado una alta afinidad de gestión incluyendo a los dos opositores (Macri y Posse) y política entre sus integrantes peronistas.

Y el factor que pone en crisis el sistema es la vida útil del relleno sanitario. Algunos especialistas, en los que se basan sus posiciones los intendentes, su colapso y conversión en una fuente de contaminación se producirá en este primer semestre del año. Para otros, en los que confía el gobierno provincial, si se inicia ya un proceso de reducción de la cantidad de residuos que se entierra y otras medidas de tratamiento, el predio puede “aguantar” otros dos años.

SEGUN EL CRISTAL

En ese contexto, la planta que se inauguró esta semana, ubicada en el distrito de San Martín, permite procesar mil toneladas diarias, de las cuales 600 se reciclarán y “sólo” 400 se volcarán en el relleno. Y se convirtió inmediatamente en otro factor de discrepancias.

Para el gobierno de Daniel Scioli, que impulsa la política de instalación de esas plantas y le ha exigido a la capital federal que para fines del 2014 sólo entierre el 22% de las 6 mil toneladas diarias de basura que produce, es un paso adelante en ese camino. También lo es para la administración de Mauricio Macri, que se ha comprometido a cumplir con esa exigencia y financió la construcción de la planta de San Martín.

Para los intendentes de la región alcanzada por el predio Norte III, se trata, según dijeron expresamente, de una aspirina para curar un cáncer, entre otras duras críticas a las que se sumó esta vez alguien de la zona que no integra el grupo con afinidades en la interna peronista, el jefe comunal de Tres de Febrero, Hugo Curto. Y una oportunidad para volver a reclamar, a Scioli, y a Macri, “soluciones de fondo”.

DIFERENCIAS POLITICAS

Esas “diferencias técnicas” explican en parte que a la inauguración de la planta en cuestión hayan asistido el Gobernador y el jefe de Gobierno porteño. Y que no hayan participado del acto los intendentes, ni siquiera el dueño de casa, Katopodis.

Sólo en parte. El corte de cintas compartido con Macri fue también para Scioli una buena ocasión para reiterar sus gestos de diferenciación con el gobierno nacional y el ultrakirchnerismo en general y mostrarse como más le gusta, un “político de consenso y diálogo”. Y para ese grupo de intendentes, una oportunidad para poner evidencia los reproches “de gestión” que acumulan hacia el Gobernador en medio de una turbulenta relación política, en la que a todos -a Scioli y a los jefes comunales- les gustaría mostrarse cerca, desde sus respectivas distancias con el ultrakirchnerismo, pero a todos les cuesta manejar las desconfianzas y el espíritu de competencia que, en rigor, signa a esa relación.

LO QUE NO SE VE

Pero al margen de los enredos políticos, y centralmente, unos y otros mostraron en estas acciones y estos cruces apenas la punta de un iceberg, al que ninguno se ha animado a descubrir en toda su profundidad.

Todas las partes han incumplido, en este asunto, obligaciones marcadas por ley. Todos -gobiernos provincial, porteño y municipales- cuestionan públicamente los incumplimientos de los otros y nadie asume los propios. Más temprano que tarde el relleno de Norte III se saturará. Una opción sería ampliarlo, con predios del Estado federal linderos que la Presidenta ya ha denegado públicamente. Ya no es una opción. Otra alternativa sería abrir un relleno nuevo. Ningún distrito del Conurbano permitiría que sea en su territorio. Ya no es una alternativa. Llevar la basura a lejanas y despobladas zonas del interior tendría un costo que no están en condiciones de afrontar ni la Provincia, ni capital federal ni las comunas. El tratamiento de la basura mediante tecnologías de última generación también tiene costos inaccesibles para una región que necesita instalar el sistema para más de 14 mil toneladas diarias y en ascenso.

Estos factores no aparecen expuestos cuando los gobiernos provincial y porteño celebran quizás en exceso la reducción de ese volumen en 600 toneladas diarias, ni cuando los intendentes piden “soluciones de fondo” como si no tuvieran nada que ver con la generación de basura ni con la responsabilidad de atender el problema.(Fuente: EL DIA)

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