LA PLATA, Agosto 04.-(Por Marisa Alvarez) El resultado determinará ganadores y perdedores. Pero mientras tanto, en los tiempos preelectorales, suele haber encuestas para todos los gustos. Aunque no sea tanto una cuestión de gustos, en rigor, sino también de “dueños” -todas son encargadas por alguien más o menos interesado en un resultado- y del objetivo de ir instalando en la ciudadanía una determinada tendencia.
De cualquier modo, en los últimos días de campaña, todos los candidatos se aferran a sondeos diarios de la intención de voto. Algunos las guardan bajo siete llaves, otros las dejan trascender. Todos las tienen en cuenta para definir el tono y eventuales cambios de mensajes y consignas en la embestida final antes de las urnas.
ENTRE UN EMPATE TECNICO...
Ese es el complejo contexto en el que en el oficialismo nacional y bonaerense -en particular en la Gobernación- prefieren prestar atención a encuestas que, según traducen, revelarían un virtual “empate técnico” entre su lista de candidatos a diputados nacionales, encabezada por Martín Insaurralde, y la del debutante Frente Renovador que postula a Sergio Massa en primer lugar.
Un empate que es explicado como “una diferencia de dos o tres puntos”; diferencia que todos los analistas advierten que está dentro del “margen de error” de los sondeos de intención de voto.
...Y UNA BRECHA DE 5-7 PUNTOS
En el búnker del massismo, sin embargo, manejan encuestas que hablan de una ventaja de su candidato de “entre cinco y siete puntos” sobre Insaurralde, a una semana exacta de los comicios.
Pero más allá de las diferencias, el conjunto de los sondeos marca algunas tendencias, que serán utilizadas sin duda en esta última semana de campaña.
TENDENCIAS CONSOLIDADAS
Ningún sondeo ha revelado hasta ahora que Insaurralde haya logrado tomar la delantera en la captación de votos. Aún las que marcan un virtual “empate” conceden esos “dos o tres puntos” de diferencia que en rigor existen a favor de Massa, según reconocen en el propio kirchnerismo y el sciolismo.
Pero, sea mayor o menor la brecha actual según los distintos sondeos, los relevamientos también coinciden en mostrar otra tendencia: un achicamiento de esa diferencia que, recién lanzadas las candidaturas hace cuatro semanas, se elevaba a entre diez y once puntos.
Esa reducción de las distancias se funda, según los datos que surgen de las propias encuestas, en el alto nivel de desconocimiento entre el electorado que Insaurralde tenía en el arranque de las campañas y en la instalación posterior no sólo del candidato sino también, y fundamentalmente, del eje de la estrategia del oficialismo, el que plantea que los verdaderos protagonistas de esta elección -y por lo tanto, los reales destinatarios de los eventuales votos que coseche la lista que encabeza el intendente de Lomas de Zamora- son Cristina Kirchner y Daniel Scioli.
Por eso, la imagen de la Presidenta y el Gobernador y sus gestiones seguirá siendo el pilar en el que se apoyará la campaña de Insaurralde hasta el final. De hecho Scioli ya ha llegado a sumar cinco actos junto al candidato en un día y Cristina volvería a tiempo de su viaje a Nueva York para protagonizar el acto de cierre del kirchnerismo bonaerense. Y el mensaje profundizará la consigna de que votar a Insaurralde es votar al Gobierno, “por lo que hizo y lo que seguirá haciendo”, en busca del techo del kirchnerismo y con la expectativa, aún en pie, de ganar finalmente las primarias.
Massa, por su lado, ya manejaba evaluaciones que pronosticaban un achicamiento de la brecha, hasta un punto cercano al empate técnico, con las primeras encuestas que lo mostraban con una ventaja de diez puntos.
Pero el intendente de Tigre sigue confiando en que los pocos puntos de diferencia que marquen las urnas serán a su favor. Y para eso, luego de haber disparado finalmente algunas críticas al gobierno de Cristina -eligiendo a La Cámpora, Guillermo Moreno y Luis D’Elía para graficarlas-, volverá en este último tramo a su estrategia original, centrada en subrayar propuestas para los “principales problemas que preocupan a la gente”, según su consigna: la inflación y, sobre todo, la inseguridad. Es decir, centrada en hablar del “futuro”.
NUMEROS PARA IR "MIDIENDO" OCTUBRE
Ambos armados electorales buscarán, en suma, el triunfo el domingo que viene. No desconocen, por supuesto, el “impacto psicológico” de victorias y derrotas, aunque sea en comicios en los que no se elige nada, como ocurre a nivel de diputados nacionales en estas primarias (en las categorías de legisladores provinciales y concejales algunas fuerzas sí tienen verdaderas internas).
Pero para ellos las encuestas de estas horas contienen datos aún más trascendentes: los que les permiten comenzar a pronosticar el resultado de la verdadera batalla electoral, la de octubre. Cuando algunos segmentos del electorado cambien su voto; para consolidar las chances del Gobierno, algunos; para concentrar el voto opositor en una propuesta que de ese modo pueda vencer al kirchnerismo, otros.(Fuente: EL DIA)