El tigrense y la consigna de una “fuerza nueva” que debe revisar.
Si
bien en las últimas horas empezó a dar definiciones y se la “jugó” contra La
Cámpora y Luis D’Elía, Sergio Massa podría llevarse una sorpresa puertas
adentro de su “heterogéneo” Frente Renovador, un rejunte de peronistas
residuales, colados del PRO y celebridades del espectáculo y el deporte. Sucede
que en una de las nóminas seccionales, un candidato se arriesgó e incluyó a su
propia madre para cumplir con la ley de cupo femenino. Lo que se dice igualdad
de género.
Según
pudo saber NOVA, el responsable de tamaña jugada, a espaldas incluso del propio
“líder” renovador, fue Daniel Spadone, que va séptimo en la lista de candidatos
a diputados provinciales por la Segunda Sección electoral. Como buen hombre de
familia, detrás ubicó a su mamá. Un tierno.
Pero
eso no es todo, porque en la Segunda se registra un fuerte malestar entre los
massistas por el polémico acuerdo con el PRO. Muchos referentes se consideran
desplazados en virtud de los candidatos de Mauricio Macri. Los típicos
“heridos”. El más importante: Jorge Solmi, de Federación Agraria, que quería
renovar su banca y, como premio consuelo, fue ubicado de manera simbólica en la
lista nacional junto con Fabián Gianola.
La
bronca apunta a Orlando “Conejo” Yanz y Marcelo Pacífico, hombres del PRO que
desembarcaron en la nómina. Más que a Macri, Yanz responde en los hechos al
presidente de Boca, Daniel Angelici, un radical ambicioso que tiene la
intención de seguir el camino de su padrino tras su paso por el club de la
Ribera.
Los
más indignados todavía recuerdan las jornadas previas al cierre de listas,
cuando en distritos como Pergamino el trabajo con los referentes del PRO
desplazó a aquellos massistas que se sentían depositarios de la bendición del
tigrense.
Lo
de Solmi también fue compensando con la incorporación de su esposa, María Del
Huerto Ratto, en tercer lugar, como para no desentonar con la norma de estas
elecciones: la postulación de las esposas, hermanas o cuñadas para cumplir con
la ley de cupo, como si no se pudiera presentar a nadie más. La lista seccional
la encabezan Lisandro Bonelli y Daniel Monfasani.
Pero
Daniel Spadone fue más allá. El candidato, oriundo de Salto, metió a su madre,
Blanca Farías, en el octavo lugar de la nómina, desesperado porque no tenían
más mujeres para incorporar. “¿Sabrá Massa de esto?”, se mofó una fuente del
peronismo de la Segunda, para arriesgar que lo más probable es que en Tigre
nadie estuviera al tanto de nada.
La
misma fuente, que pidió el anonimato, recordó que ese frenético 22 de junio las
listas se cerraron entre muy pocos en los pagos de Massa. Un verticalismo que
en los distritos propició “picardías” como las de Spadone.
De
hecho, la jugada es motivo de burla en Salto. Sin ir más lejos, en el despacho
del intendente Oscar Brasca se ríen del manotazo de ahogado de Spadone. En el
peronismo local remarcan que los padres del candidato no tienen ninguna
militancia que justifique la incorporación de Farías en la lista. De hecho,
tenían una verdulería. La nueva política.