La provincia

La política, a puro show

LA PLATA, Diciembre 16.-(Por Marisa Alvarez) Concluye una semana singular. Arrancó el domingo, cuando Cristina apoyó la celebración oficialista del “día de la democracia”, en Plaza de Mayo, en las actuaciones de Charly García y Fito Páez. Siguió el miércoles y jueves, con la exhibición de Roger Federer, con Juan Martín Del Potro como partenaire, que montó el intendente de Tigre, Sergio Massa.

Una movida -con un platense, Guillermo Marín, entre sus promotores- que incluyó figuras de la farándula vernácula, desde Jorge Rial como locutor del evento, hasta Susana Giménez, Guillermo Francella y Florencia de la V entre los “invitados especiales” (y entre quienes estuvo también el juez federal Norberto Oyarbide, tan insultado por la mayoría de los asistentes al show tenístico que se tuvo que ir).

Y concluyó ayer, con Daniel Scioli protagonizando un acto de demostración de fuerza de cara al futuro, en el que se intercalaron actuaciones de Cacho Castaña, Karina “la princesita”, La Mosca, Julio Iglesias y Nacha Guevara, más Verónica Varano bailando cumbia para deleite de la platea masculina.

COMO SIEMPRE PERO DISTINTO

Nada demasiado nuevo, en principio. De Juan Domingo Perón para acá, prácticamente no hubo presidente que no recibiera con frecuencia a famosos y se fotografiara con ellos. Y en los tres “casos de la semana” ya hay antecedentes. Actores, actrices y músicos de moda pueblan desde hace un tiempo el auditorio de los actos más formales de la Presidenta en la Casa Rosada. La debilidad del Gobernador por los encuentros y las fotos con artistas y deportistas es superconocida. Y el intendente de Tigre ya incursionó en las movidas con deportistas famosos el año pasado cuando montó un partido-exhibición entre los ex nº uno André Agassi y Pete Sampras.

Pero las movidas de esta semana tuvieron características particulares. Los de Cristina y Scioli fueron actos abiertos, en los que se entremezclaron adherentes políticos “puros” con “público en general” atraído por los números artísticos. Y, con otro formato, Massa también apuntó a ser el artífice de un show -deportivo, en este caso- de convocatoria masiva, tanto directa como televisiva.

¿Un anticipo del formato que mostrarán las campañas del oficialismo en los comicios del año que viene? Se verá.

UNIDAD PARA SUMAR VOTOS

Mientras tanto, la foto del congreso que el PJ bonaerense celebró el viernes aportó señales de una consolidación del esquema que el oficialismo prepara para las elecciones del 2013 en la Provincia: una obligada revalorización del peronismo ortodoxo (destacada en algunos discursos), representado por los intendentes, a partir de la gravitación territorial que mantienen; el reconocimiento de Scioli en su rol de gobernador (y de su caudal electoral, según las encuestas, en rigor), luego de haber sido ninguneados él y sus consejeros en reuniones previas de la conducción partidaria; y el protagonismo que el ultrakirchnerismo se reserva e impone en el esquema bonaerense, representado en la ocasión por Amado Boudou, que volvió a hacerse presente en un plenario partidario pese a que en su visita de la semana anterior varios consejeros huyeron a su llegada para evitar salir en la foto con él.

Está claro que la mayoría de los intendentes con gravitación no sólo participarán sino que fogonean esa “unidad” electoral. Como cada vez que se acerca una etapa electoral, la Casa Rosada ha depositado en Julio De Vido la tarea de “conducirlos” y mantenerlos alineados con promesas de obras públicas que la Nación financiará en sus distritos.

EL SILENCIO ES SALUD

Algo ha cambiado, con todo, en el clima en el que se mueven los intendentes peronistas bonaerenses. Un pesado silencio, reflejo de, por lo menos, una extrema cautela, ha sido la expresión mayoritaria de ese universo en las últimas semanas con relación a los asuntos que han ocupado, preocupado, ocupado y enfurecido a la Casa Rosada y al ultrakirchnerismo: las cuestiones vinculadas a la Ley de Medios y a su última y más dura derivación: la embestida del Gobierno contra el Poder Judicial, en ataques que en algunos casos apuntaron sobre magistrados determinados y en otros sobre la institución entera, en la medida que la Casa Rosada la visualiza ahora como una “corporación” que actúa en consecuencia.

PRECURSORES CONTRA LA "CORPORACION JUDICIAL"

Nuevamente han sido los sectores ultra K, en general no peronistas o críticos del PJ formal, los que han salido en las últimas semanas, desde el oficialismo bonaerense, a alimentar públicamente la postura asumida por la Casa Rosada frente a la Justicia. Sectores que, más aún, han funcionado como precursores de la avanzada sobre el Poder Judicial motorizando, y logrando imponer en algunos casos, cambios en las normas que regulan las designaciones de magistrados y la supervisión de sus desempeños, así como reformas en algunas estructuras clave del sistema de Justicia; movidas que recién ahora se “anuncian” a nivel nacional.

Es el ultrakirchnerismo-cristinismo bonaerense, en efecto, el sector que -con el acompañamiento pasivo del sciolismo y activo de la oposición en algunas reformas- viene impulsando desde hace meses en la Legislatura cambios de normas que han generado durísimos rechazos desde la propia Justicia y los foros de abogados (como el proyecto de “revisión periódica” del desempeño y la salud de los jueces) y hasta desde entidades de Derechos Humanos (en el caso de la división de la Procuración de la Corte).

Con algunos de esos cambios ya convertidos en ley y otros postergados, la Provincia resulta, así, el banco de pruebas que el ultrakirchnerismo se propone ahora plasmar a nivel nacional tras su mayúsculo enojo con magistrados que no se han manejado en sintonía con las pretensiones del oficialismo en el expediente por la Ley de Medios.(Fuente: EL DIA)

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