Panorama político bonaerense

La campaña bonaerense del FpV: correr de la pista a Aníbal y atarse a la suerte de Scioli

Alcaldes del FpV que buscan ser reelectos y ligan sus campañas a la figura del líder de la escudería naranja, mucho más que al jefe de Gabinete de la Nación, el cual no baja su elevado caudal de imagen negativa (Dibujo: NOVA).
Alcaldes del FpV que buscan ser reelectos y ligan sus campañas a la figura del líder de la escudería naranja, mucho más que al jefe de Gabinete de la Nación, el cual no baja su elevado caudal de imagen negativa (Dibujo: NOVA).

Por Damián Belastegui, corresponsal de NOVA en la Gobernación bonaerense

Luego de la carrera preliminar de agosto y a escasas vueltas de la bandera cuadros del 25 de octubre, la escudería oficialista revisa en boxes cuál será la mejor estrategia a desplegar en el clave circuito bonaerense. A priori, la pista no presenta algunas de las comodidades estipuladas inicialmente, al tiempo que se evidencia la necesidad de ajustar varias tuercas y cambiar los neumáticos, considerando quién es el encargado de conducir al FpV a retener el sillón de Dardo Rocha.

Y es que, tal como sucede en el automovilismo con el vehículo ganador de competencias previas, el coche K arranca en la “Pole Position” pero con lastre adicional, aunque, en este caso, se trata nada más ni nada menos que el amenazante peso del propio piloto.

Que sea Aníbal Fernández quien tenga que acelerar en la recta final hacia calle 6 preocupa a más de uno de los mecánicos de campaña oficialista. El miedo a derrapar está latente, con todo lo que ello implica no sólo para la disputa provincial sino para las aspiraciones municipales y, también, del orden nacional.

Por tal razón, algunos buscan ponerle un freno a la “alta exposición” del quilmeño, apuntando a que éste encare las últimas curvas como un inocuo copiloto del ex motonauta. Sin embargo, saben que el estilo aguachento y titubeante propio de corredores como Carlos Alberto Reutemann (en lo deportivo y político) lejos está de ser una característica de un “bigotón” que no duda en meter quinta a fondo, pase lo que pase, se envista contra lo que se envista.

Está claro que Aníbal disfruta de correr en pista embarrada y tiene “muñeca” para eso, pero ciertos dirigentes (no pocos) advierten con preocupación que esa impronta sería un arma de doble filo que, en estas últimas vueltas donde no van a faltar los palos en la rueda, puede dar más para perder que para ganar. La escudería amarilla se puede ver con nitidez por el espejo retrovisor y no hay lugar para maniobras equivocadas. De hecho, algunos “testeos” previos ya lo muestran en segundo lugar.

La estrategia de los intendentes

La mecánica electoral del oficialismo tiene puesto buena parte de sus esfuerzos en la carretera bonaerense, donde Daniel Scioli hace sus apuestas fuertes para separarse un tanto más de sus competidores e imponerse sin necesidad de una segunda vuelta. Para esto, y tal como se detalló en pasados panoramas, el candidato presidencial se enfoca en fortalecer los lazos con los intendentes y sus comunas bajo el amparo discursivo de una necesaria “sintonía” entre los planetas “Nación-Provincia-Municipios” para el desarrollo de los distritos.

Y esto último es tomado por los propios alcaldes del FpV que buscan ser reelectos y ligan sus campañas a la figura del líder de la escudería naranja, mucho más que al jefe de Gabinete de la Nación, el cual no baja su elevado caudal de imagen negativa que amenaza con afectar las aspiraciones locales.

Cierto es que, sección por sección, los jefes comunales del oficialismo se han reunido con el quilmeño para expresarle respaldo, pero el mismo no se percibe con demasiada fortaleza en las apariciones públicas o mensajes vía redes sociales de los intendentes.

"Si le mandamos un mensaje a #Scioli, al rato llama y contesta nuestro pedido", exalta en su cuenta de twitter el joven de Berazategui Juan Patricio Mussi. “Planificamos el futuro de Lomas de Zamora acompañando la etapa de desarrollo que nos propone @danielscioli a nivel nacional”, recalca por la misma red Martín Insaurralde.

Mensajes de ese estilo se repiten por unanimidad en los alcaldes oficialistas. ¿Y de Aníbal? Poco, muy poco, y nada si se trata del compañero de fórmula del “bigotón”, Martín Sabbatella, quien no deja de ser observado con fuerte resquemor por los hombres del PJ que no olvidan un pasado de confrontación ante listas locales de Nuevo Encuentro, razón por la que el titular del AFSCA es tachado de varias recorridas del candidato a la Gobernación.

“La cosa hubiese sido distinta si era Julián. Tenía más hilo en el carretel para crecer hasta octubre”, se lamentó ante NOVA un operador político de un distrito del interior bonaerense manejado por el FpV que teme por el “impacto local” del rechazo que genera el quilmeño en una porción del electorado, efecto que consideró que no sería razón de inquietud si el postulante bonaerense que se imponía en agosto era Julián Domínguez.

Precisamente, el destino de los votos que obtuvo el hombre de Chacabuco en las PASO es materia de alarma. En una reciente encuesta de la consultora Management & Fit, la postulante bonaerense de “Cambiemos”, María Eugenia Vidal, se impuso por 4 puntos en la intención de voto, mostrándose a su vez que Aníbal perdió más de 12 por ciento de los votos que fueron hacia Julián Domínguez. Ante eso, se busca cerrar filas y mostrar un “peronismo unido” que evite filtraciones serias que compliquen el resultado final.

Mientras tanto, el candidato bonaerense busca llegar al interior agropecuario (que lo mira de reojo) con propuestas como bajar la presión tributaria al sector como parte de un “plan de cinco puntos” destinado al campo. En tanto, los intendentes seguirán inclinándose a participar de actos encabezados por Scioli, como aquel que se tiene estipulado realizar la próxima semana para poner en funcionamiento la implementación del Boleto Estudiantil Gratuito en la provincia.

Mantener las distancias

Asimismo, se presentan curvas cerradas que requerirán de un adecuado maniobrar para el armado oficialista en terreno bonaerense, si se considera que, por un lado, una posible polarización entre Aníbal y su rival más inmediata, María Eugenia Vidal, podría resultar peligroso para el quilmeño ya que tanto el “voto independiente” como el “anti-K” que optó por Felipe Solá en agosto podría inclinarse hacia la candidata de Mauricio Macri en octubre. Hacia esa porción del electorado apuntará la vicejefa de Gobierno porteño, acelerando en la diatriba de la lucha contra el narcotráfico.

Sin embargo, el hecho de que, por otra parte, Felipe conserve su competitividad hace también rugir los motores de la preocupación para el quilmeño teniendo en cuenta que, así, el ex mandatario provincial podría ser receptáculo de aquel “voto peronista” que apoyó a Domínguez en la interna K pero que prefiere no tener que deglutir en su sobre la boleta con el rostro del “bigotón”.

Más allá de esto, Aníbal no se encuentra sólo en su intentona por la Gobernación ya que cuenta con el marcado y activo respaldo de los jóvenes de La Cámpora que, desde sus espacios de poder, buscan lubricar los esfuerzos de campaña del quilmeño. No lo hacen por rotunda simpatía, sino a sabiendas de que un Gobierno provincial bajo el mando del “bigotón” es un plausible refugio de complicarse las cosas en los organismos nacionales bajo la órbita del sciolismo.

Así dadas las cosas, el equilibrio para mantener las distancias reflejadas por frentes en las Primarias es una tarea que, al momento, se hace cuesta arriba para la escudería bonaerense del FpV.

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