Entrevista

Francisco “Paco” Durañona: “El kirchnerismo necesita una reforma constitucional”

Para el intendente de San Antonio de Areco, el país debe avanzar hacia una “Constitución criolla”. Su visión de la oposición: “Está debilitada fruto de acuerdos de trasnoche”. Los desafíos de la gestión.
Para el intendente de San Antonio de Areco, el país debe avanzar hacia una “Constitución criolla”. Su visión de la oposición: “Está debilitada fruto de acuerdos de trasnoche”. Los desafíos de la gestión.

El intendente de San Antonio de Areco, Francisco “Paco” Durañona, no oculta su entusiasmo ni esquiva los debates. Con apenas meses al frente de la gestión municipal, asegura que “tenemos un equipo de gente muy joven que en seis meses van a ser aviones”, entiende que las tensiones entre el gobernador Daniel Scioli y su vice, Gabriel Mariotto, pertenecen a “un momento amplio de la vida democrática del país” y arriesga que el kirchnerismo “necesita plasmar sus grandes logros en una nueva constitución nacional”.

Durañona, de 37 años, fue funcionario del Anses y estuvo al mando de la Superintendencia de Seguros de la Nación durante gran parte del año pasado, hasta las elecciones. “Sabía que acá tenía la lucha electoral”, rememora hoy. En octubre fue electo con el 57, 43 por ciento de los votos.

“Hay muchas ganas de trabajar y ver que la transformación se puede conseguir -señala el intendente ni bien comienza la entrevista con NOVA-. Tenemos muchísimo apoyo de los sectores más populares, que son en definitiva los que han sido más postergados”.

- ¿Cuáles son los desafíos que encara en esta gestión?

- Acá hubo un período muy extenso donde se priorizó la capacidad que tenia el sector privado de invertir en un sector importante de la economía local, que es el turismo, y se dejó de lado el trabajo de inclusión social, por lo que nos encontramos con un municipio que tiene un muy buen perfil turístico y de comercios en su sector medio alto, en su casco histórico, pero con mucha desigualdad en la periferia y en las localidades, con pocas obras de infraestructura, casi nulas, con muy poco nivel de crecimiento y desarrollo del empleo. No hubo una política agroindustrial, simplemente se apuntaló el turismo, dejando de lado oportunidades que en la Argentina, desde el 2003 hasta la fecha, fueron inmensas y, que aún teniendo gobiernos que eran radicales K, no hemos podido aprovechar los beneficios de nuestros vecinos. El desafío es enorme, y hay mucha expectativa.

- ¿Cuál sería entonces el cuadro de situación de Areco?

- Para dar una idea de la situación en materia de infraestructura, casi el 70 por ciento de la población no tiene cloacas. Venimos de una terrible inundación que afectó a más de cuatro mil personas,  que están reclamando obras intensas vinculadas con el río. Hay mucha demanda de trabajo, hay mucha necesidad en los barrios de iluminación, asfalto, cloacas, cordón cuneta. Y nosotros creemos que es esencial estructurar esas necesidades en un proyecto integrador.

- ¿Cómo se hace para equiparar el desarrollo turístico con las tareas por inclusión social?

- Haciendo un plan estratégico donde se prioricen ciertos ejes que hasta ahora habían sido dejados de lado o se habían entregado al sector privado, generando una ausencia absoluta por parte del estado. Nosotros creemos que los pilares fundamentales de los próximos diez o 20 años en San Antonio de Areco, para poder darle a los vecinos una calidad de vida razonable, es, primero, una línea en infraestructura, que se ponga al día con las cuestiones esenciales; en segundo aspecto, un proyecto vinculado con la generación de empleo, que en el corto plazo va de la mano con esas obras de infraestructura, que los propios vecinos de los barrios puedan trabajar en el desarrollo de esas obras a través de la conformación de cooperativas, y eso lo estamos trabajando muy con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación; y, en el mediano y largo plazo, estructurar un polo agroindustrial.

- ¿Cómo se llevaría adelante esa iniciativa?

- San Antonio de Areco se encuadra perfectamente en el concepto de la Presidenta de industrializar la ruralidad. Hay mucha producción primaria y, si le podemos incorporar valor agregado, eso va a generar mano de obra. Tenemos dos escuelas técnicas que se especializan en producción de alimentos y electromecánica, y eso puede ser un puntal interesantísimo para la generación de un polo productivo y mano de obra calificada. La educación, que va estructurada con los otros dos ejes, también es una cuestión estratégica para nosotros.

- ¿De qué manera?

- Tenemos educación municipal, jardín de infantes, primaria y secundaria, donde tenemos una matrícula de más de 1200 alumnos, pero le hemos incorporado al proyecto, en el marco del plan de industrializar la ruralidad, que los jóvenes puedan estudiar en sus pueblos, sin tener que irse, fomentando de esa menara políticas de población, y que no todo el mundo se tenga que ir a los centros urbanos y seguir acrecentando el Conurbano y el área metropolitana, sino que los pueblos puedan tener su propio desarrollo. Por eso estamos pensando en un proyecto universitario, la creación de un centro regional de altos estudios, ya incorporamos el UBA XXI, para que a partir de este año los chicos puedan apurar materias del ciclo básico y que eso sea un avance, y, del mismo modo, estamos trabajando con la Universidad de San Martín para que el centro regional se instale definitivamente en nuestra ciudad con carreras afines al desarrollo estratégico que nosotros queremos darle a la ciudad. Por último, mejorar la atención en salud. Estamos trabajando muy bien con el Ministerio de Planificación en diseñar un  nuevo centro de salud. El que tenemos tiene más de 100 años, y estamos ubicados en una zona que no solamente es turística sino que hay mucha accidentología. Las rutas 8 y 41 son muy transitadas durante todo el año, y nosotros tenemos que prestarle debida atención a la salud de quienes transitan por esa zona y, desde ya, a nuestros vecinos.

- ¿Qué balance hace de estos pocos meses que lleva al frente del municipio?

- Al igual que muchos intendentes, hemos recibido un estado de las cuentas municipales realmente complejo. Llama la atención en un país que ha crecido tanto a tasas internacionales de niveles increíbles, como nunca en su historia, que tengamos municipios que no sólo han tenido planificación en materia de infraestructura y generación de empleo, sino que al mismo tiempo tengamos un municipio totalmente endeudado, con la Provincia, con el sector privado, con nuestros propios proveedores. Es realmente inexplicable. Estamos segundos en el ranking de municipios que tienen dedicados el más alto porcentaje del presupuesto para el pago de los salarios, después de Chascomús.

- ¿Cómo se enfrenta ese problema?

- Eso necesita de una política de desendeudamiento, de manejo criterioso de las cuentas púbicas, que ordene y que podamos también, a través de la generación de recursos propios, apuntalar este proyecto estratégico que tenemos para los próximos años. Pero no somos de los intendentes que estamos llorando la carta, sino que redoblamos la apuesta. Hemos recibido muchísima colaboración de parte de la Nación y de la Provincia, y tenemos la firmeza de avanzar en todos estos aspectos. Ese va a ser nuestro trabajo diario.

- ¿Qué diferencias encuentra entre la gestión desde un organismo nacional, como el Anses o la Superintendencia de Seguros, con la gestión municipal?

- La experiencia más interesante fue en la Superintendencia de Seguros de la Nación. En Anses era uno más: si bien era un cargo importante, la conducción estaba a cargo de Diego Bossio. Una semana antes del fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner, tuve el honor de ser designado por él y por la Presidenta en ese organismo de seguros. Estuve un año, me propuse estar un año porque sabía que tenía la lucha electoral de por medio y era el compromiso que había asumido con mis vecinos, cosa que del lado de mis adversarios políticos no creían. Creían que no iba a asumir y que iba a seguir al frente de la Superintendencia. El legado más importante que nos ha dejado Néstor Kirchner es que el funcionario, el dirigente político, debe ser primeramente un militante. Y esos esquemas políticos donde uno ya, por tener un logro, un espacio importante dentro del gabinete nacional, consolidaba un proyecto personal le hizo mucho daño al país. La apuesta tiene que ser trabajar el territorio, estar en contacto con los vecinos, donde está la fiscalización y el control más permanente. Es una gimnasia muy linda y muy interesante, donde uno puede ver si se concretan las gestiones o si fallan. Lo que he podido mamar del trabajo en el gabinete nacional fue muy importante, más que nada ver cómo los ministros y los funcionarios, a través de ese legado que dejó Néstor, se convertían en militantes: uno llama por teléfono y lo atienden siempre, pide reuniones y lo reciben, bajan al territorio, lo mismo que el gobernador y los ministros provinciales.

- Como uno de los intendentes jóvenes de la Provincia, ¿cómo ve la irrupción de la juventud en la construcción política del kirchnerismo?

- Es una novedad extraordinaria, que debemos saber conducirla, valorarla y tener no solamente la osadía y la audacia que nos reclamaba Néstor para poder darle los espacios, sino también la paciencia para entender que a Argentina necesita del compromiso de la juventud y que los jóvenes se sientan parte. Hay referentes de la JP y La Cámpora en el seno del Concejo Deliberante y el Ejecutivo de Areco, pero no estamos hablando de cargos políticos, porque acá, además de tener jóvenes que están ocupando lugares importantes y de decisión, la mayoría están en la militancia y quieren discutir, debatir y participar. Se nota que hay una gran inexperiencia en materia de participación en las cuestiones públicas porque venimos de décadas donde lo que imperaba era el éxito personal, el ‘no te metas’, la política como una mala palabra y como una cosa sucia y oscura, y hemos logrado, bajo la conducción de Néstor y Cristina, que la política sea recuperada como un instrumento de transformación. A pesar de que hay que mejorar muchísimas cuestiones, que esté la juventud participando demuestra que se ha ganado frescura y en ámbitos de representación nuevos. Creo que hay que darle a los jóvenes el lugar que requieren, y para nosotros, en términos de la experiencia personal que hemos tenido en Areco, la participación de la juventud fue importantísima, en cuanto a la definición electoral y, desde ya, en los espacios de gestión que están ocupando.

- ¿Y cómo se viven desde un municipio del interior las discusiones que se dan en el seno del peronismo, como pueden ser en este momento las rispideces entre Scioli y Mariotto?

- Creo que, como dice muy claramente el propio Mariotto, y también lo ha dicho el gobernador Scioli, a veces es más el ruido que parece que lo que verdaderamente es. Lo hemos vivido en carne propia: acá estuvo Mariotto y, al otro día, estuvo presente el ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, que supuestamente hay tensiones en es materia. En definitiva, lo que observamos es que estamos en un momento tan amplio de la vida democrática del país que se permite que dos compañeros de fórmula, que están a cargo de la gestión provincial, puedan tener determinadas diferencias, que las puedan discutir y que eso no signifique que hay alguna obstaculización en la gestión del gobernador o que hay alguna pretensión política de debilitarlo, sino que simplemente hay una mesa donde se debaten cuestiones y todos pueden opinar, y que eso es lo que hay que valorar: la posibilidad de que todos opinen, y aún personas que tienen la relevancia como el vicegobernador Mariotto o el propio Scioli, que en algunas cuestiones pueden estar de acuerdo y en otros disentir, y en ese disenso buscar los puntos de encuentro que mejoren la vida de los bonaerenses. Me parece que es muy bueno y un ejemplo a mostrar: cómo se puede discutir y eso no genera ningún problema ni ninguna desestabilización o preocupación institucional.

- ¿Esa clase de discusión la ve en la oposición?

- Lamentablemente estamos en un momento donde la oposición está debilitada fruto de acuerdos de trasnoche donde se buscaba algún éxito electoral pero que, en definitiva, no tienen cuestiones programáticas de fondo. Ver en un distrito como San Antonio de Areco, con una profundísima historia radical, que en la misma boleta esté (Ricardo) Alfonsín con (Francisco) De Narváez ha generado un impacto fuerte que le ha ocasionado un costo a un partido centenario como es la UCR. Me parece que se está valorando lo que ha hecho el FpV al darle espacios a la juventud y a representantes de otras fuerzas políticas y organizaciones sociales, lo que fue en su momento la transversalidad, y eso también se está llevando a cabo en nuestro municipio, viendo que los jóvenes también están sumando a la participación en espacios políticos que no son afines al FpV. Eso es muy sano, pero creo que no va a pode profundizarse si quienes están a la cabeza de los partidos de la oposición se juntan tres meses antes de las elecciones para ver de qué manera pueden generar un daño electoral y ver quiénes son las figuras que en ese momento tienen relevancia mediática, sin una propuesta basada en las convicciones, en un proyecto nacional y una cuestión programática de corto, mediano y largo plazo. Los resultados están a la vista.

- ¿Cómo avizora el futuro del kirchnerismo?

- Es importantísimo que avancemos en algunas cuestiones de fondo. La militancia de la juventud y de todos los que estamos formando parte de este proyecto que es el FpV, que siempre fue muy épico, muy importante en cuanto a recuperar banderas históricas del peronismo, debe seguir avanzando en cuestiones muy de fondo que van a generar grandes debates y situaciones de tensión. Yo observo que claramente debemos avanzar en la recuperación de recursos energéticos estratégicos, el petróleo, el gas, los hidrocarburos. Recuperar, por ejemplo, los ferrocarriles para el Estado nacional. Debemos trabajar los próximos cuatro, ocho años en gestión fuerte vinculada a vías férreas y viales, para fortalecer la comunicación de las ciudades y los pueblos del interior, y para profundizar las políticas de población, que no profundicen el crecimiento poblacional en los grandes centros urbanos sino que nos encuadremos en esto de industrializar la ruralidad que nos pide la Presidenta. En ese sentido, para mí es fundamental que avancemos en una reforma constitucional para que las grandes conquistas que hemos tenido en estos últimos años –la Ley de Medios, las jubilaciones a través de un sistema solidario y público, la reestatización de recursos estratégicos, políticas de desendeudamiento y educacionales- puedan plasmarse en una nueva constitución.

- ¿Cómo sería eso?

- Yo lo llamo ‘ir hacia la Constitución criolla’. Una constitución que sea nuestra, que no tenga imitaciones de Estados Unidos y Europa, sino que sea profundamente nuestra, que revalorice nuestra cuestión cultural y, por supuesto, en el marco de un desarrollo de la política latinoamericana que ha sido y viene siendo muy fuerte en nuestro país. Esa tiene que ser nuestra bandera para plantear la reforma constitucional, no situaciones electoralistas de corto plazo y de re-reelecciones, sino que queden plasmadas en nuestra carta magna aquellas cuestiones que evidentemente la población ha tomado como propias y que se tradujeron en el 54 por ciento de los votos de nuestra Presidenta.

- O sea que, para usted, en la próxima agenda del kirchnerismo tiene que haber necesariamente una reforma constitucional.

- Absolutamente. Reforma que pueda plasmar las grandes conquistas que ha tenido este Gobierno en los últimos tiempos, la recuperación de los recursos estratégicos para Argentina, como hidrocarburos y ferrocarriles, y avanzar fuertemente en políticas de población. Esos son los tres grandes ejes en los cuales tenemos que trabajar en los próximos diez años.

Comentarios