LA PLATA, Febrero 10.-(Por José Picón) Como ocurriera en julio pasado cuando se viera obligado a retrasar el pago del aguinaldo, el gobierno bonaerense volvió a echar mano al recurso de exponer en público a la Casa Rosada ante el temido escenario de no poder hacer frente al aumento salarial que reclaman docentes y estatales y al consecuente conflicto que podría paralizar el funcionamiento de la administración provincial.
La decisión de dar una pelea pública por los fondos federales que recibe la Provincia, fue la punta de lanza de aquella estrategia oficial que busca trasladar la responsabilidad en torno de la declarada imposibilidad del gobierno de Daniel Scioli de atender la mejora en los sueldos.
En la última semana, ese plan de victimización pública se profundizó con varias acciones. La primera, un inusual llamado de Scioli a los gremios en medio de la paritaria, para advertirles que, con fondos propios, la Provincia apenas garantiza el pago de sueldos y un insignificante aumento del 5%. La otra movida fue, si se quiere, uno de los mensajes más explícitos y duros que golpeó las puertas de Balcarce 50: la administración provincial no avanzará en ningún acuerdo salarial hasta tanto la Nación firme la asistencia financiera que reclama el Gobernador.
Todos estos movimientos apuntan a exhibir, por parte de Scioli, algunos aspectos conocidos y otros no tanto de la crisis financiera provincial y de la relación, por acción u omisión, que el sciolismo le adjudica al gobierno nacional en esa asfixiante problemática.
LA TEORIA DEL CEPO
Anida por estos días en la Gobernación la certeza de que se abate sobre el gobierno de Scioli lo que se da en llamar “la teoría del cepo”.
A los declamados fondos federales y el congelamiento del Fondo del Conurbano en 650 millones de pesos anuales, en la Gobernación ahora anotan otras dos cuestiones que, aseguran, impactan de lleno en el escaso margen de maniobra que la queda a una administración que clama por dinero fresco.
Altos funcionarios provinciales aseguran que la Nación estaría frenando la autorización que requiere la Provincia para emitir un bono atado al dólar oficial, similar al que colocó hacia fines del año pasado.
Y también le achacan al kirchnerismo que una ley aprobada el año pasado en la Legislatura motorizada en el marco de la ofensiva contra los bingos pergeñada en la Rosada, está torpedeando una de las fuentes de financiamiento provincial. Concretamente, aseguran que la ley de “humo cero” en las salas de juego ha bajado el número de apostadores en un 25%. “La Provincia recaudaba unos 2.500 millones al año por ese concepto y hacia fines de 2013 terminarán ingresando entre 600 y 700 millones menos”, explican.
Pero lo que más inquieta por estas horas en la Gobernación es la falta de certezas acerca de si habrá ayuda nacional. “No hay diálogo”, admiten, aunque en las últimas horas algunas fuentes señalaron que habría existido un contacto telefónico con la cartera de Economía nacional que conduce Hernán Lorenzino.
LA OTRA REALIDAD
Aún cuando algunos sectores sindicales hayan tomado nota de la descarnada descripción que Scioli y sus funcionarios desgranaran en aquella reunión de la semana pasada, ningún sindicato está en condiciones de firmar un acuerdo de paz social con la Provincia frente a las justificadas presiones de los trabajadores que observan la constante erosión de sus ingresos por el incremento del costo de vida.
“Ayúdennos a encauzar el conflicto”, fue una de las frases utilizadas por un alto funcionario del gabinete provincial en la reunión con los sindicatos, a modo de vaticinio de los días turbulentos que se avecinan si no aparecen los fondos nacionales.
UN PLAN EXPLOSIVO
Pese a la incertidumbre, en la Gobernación hay quienes se aferran a la esperanza de que los fondos llegarán. “La mayoría de las provincias está incendiada, nadie puede pagar los aumentos”, razonan.
Pero ese optimismo muta a fuerte inquietud por la falta de señales concretas en sintonía con la turbulenta relación que se generó entre Scioli y la presidenta Cristina Kirchner desde que el mandatario bonaerense blanqueara sus aspiraciones para 2015.
Por estas horas, bajo siete llaves, reposa una estrategia oficial ante la eventualidad de que se termine de corporizar el peor de los escenarios: que los casi 13 mil millones de pesos que requeriría la Provincia para atender una hipotética mejora salarial del 20% no aparezcan.
Algunas calificadas fuentes del sciolismo dejaron trascender que si eso ocurriera, una de las medidas en evaluación es la renuncia al Pacto Fiscal, una decisión a la que ya echó mano Córdoba en su pelea con la Nación. Así, la administración bonaerense buscaría que la Casa Rosada le dejara de retener el 15% del porcentaje de coparticipación con destino a la Anses, unos 16 mil millones de pesos al año.
Pero la movida, que implicaría romper definitivamente lanzas con el kirchenrismo y acelerar el tiempo de las definiciones políticas, no encuentra unanimidad en el Ejecutivo. “¿Vos pensás que alegremente la Nación nos va a mandar esa plata enseguida?. Si Córdoba ya renunció y sigue reclamando”, fue la respuesta de uno de los sciolistas que está al tanto de ese plan que apuntaría, además, a salir a buscar deuda en el mercado interno sin la autorización nacional.(Fuente: EL DIA)
