La provincia

Defensa y ataque en una sola jugada

Juan De Jesús, autor formal del pedido de informes sobre Boldt, con Jorge Varela, uno de los diputados que estampó su firma a último momento en el proyecto, en la previa de la votación de la iniciativa.
Juan De Jesús, autor formal del pedido de informes sobre Boldt, con Jorge Varela, uno de los diputados que estampó su firma a último momento en el proyecto, en la previa de la votación de la iniciativa.

LA PLATA, Abril 01.-(Por MARISA ALVAREZ) Las instituciones políticas de la Provincia se vieron sacudidas esta semana por un hecho inédito: un pedido de informes sobre medidas adoptadas por el Gobernador pensado, presentado y votado por diputados oficialistas.

Boudou se reunió el lunes con los diputados Ottavis y De Jesús. El martes ambos sorprendieron a sus compañeros impulsando el pedido de informes sobre Boldt

El pedido de explicaciones a Daniel Scioli sobre los contratos que tenga el Estado bonaerense con la empresa Boldt, una imprenta que se concentró en los juegos de azar -cuándo, cómo, porqué y en qué términos fueron efectuadas contrataciones- se produce en una realidad política imposible de soslayar. Amado Boudou ha centrado en Boldt su defensa ante las denuncias y la investigación judicial en su contra vinculadas a la empresa de impresiones ex Ciccone. El Vicepresidente sostiene que las acusaciones en su contra son motorizadas por Boldt porque le arruinó el negocio de quedarse con la planta de Ciccone -la única que puede imprimir billetes en el país- cuando aquella empresa estaba en proceso de quiebra.

De que la movida se inscribe en la decisión de la Casa Rosada de “ayudar” a Boudou no hay dudas. El Vicepresidente se reunió el lunes con el jefe del bloque oficialista de los diputados bonaerenses, Juan de Jesús -de estrecha relación con Boudou-, y con el vicepresidente de la Cámara baja, el dirigente de La Cámpora José Ottavis. Ambos sorprendieron al día siguiente a sus compañeros de bloque con el pedido de informes sobre Boldt, formalmente elaborado por el primero y “trabajado” por el segundo para que fuera votado en un trámite vertiginoso. Lo consiguieron. El miércoles, el pedido de informes fue presentado sobre tablas en la sesión de la Cámara y aprobado.

Pero la convicción de que además la movida constituye un ataque a Scioli se instaló de modo inevitable. No por nada la frase de la semana en la Legislatura fue -pronunciada por los impulsores del pedido de informes- “no es contra nadie”. Frase que ciertamente no convenció a nadie, incluida la oposición, que no se prohibió de subrayar que estaban frente a “una interna del oficialismo”.

Abundan elementos para sostener esa lectura. El pedido de informes en sí mismo -un mecanismo sólo usado por la Legislatura cuando considera que hay aspectos por lo menos “vidriosos” en una medida del Ejecutivo-, inéditamente impulsado además por el oficialismo, por caso. También el tono (se le exige al Ejecutivo que responda de manera “urgente, en detalle y por escrito”). Así lo entendieron 15 diputados del oficialismo que se negaron inicialmente a firmar el proyecto; grupo que, “llamados” mediante, quedó reducido a cuatro legisladores.

¿Puede poner esta movida en “situación incómoda” a Scioli? En términos políticos, el solo hecho de que “sus” diputados le pidan explicaciones es una “embestida” en su contra. En términos de gestión, el informe lo dirá. Lo que se sabe hasta ahora es que Boldt cerró excelentes contratos con las administraciones provinciales de Eduardo Duhalde en adelante, además de ventajosos acuerdos con gobiernos nacionales por los que el kirchnerismo no ha pedido hasta ahora informes. En ese marco, la administración Scioli le prorrogó hasta fines de 2013 la explotación del Casino de Tigre; le habría extendido hasta la misma fecha el servicio de control on line de las jugadas en todas las tragamonedas que funcionan en la Provincia; y le otorgó la operación de la aplicación de multas en las rutas bonaerenses.

El “asunto Boldt” resulta funcional, en fin, a la estrategia del ultrakirchnerismo de “marcar” sistemáticamente la gestión de Scioli. A la creación de la comisión Candela en el Senado se sumó en Diputados un pedido de informes sobre la desaparición del joven Luciano Arruga, fundamentada por Miguel Funes, de La Cámpora, con durísimas críticas al “accionar cotidiano y habitual” de la Policía, mientras el vicegobernador Mariotto hacía una visita a cárceles para constatar la condiciones de vida de los detenidos, de la que no hubo información oficial pero de la que seguramente habrá “repercusiones”.(Fuente: EL DIA)

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