LA
PLATA, Julio 31 (www.ArecoCiudad.com.ar)
Una nueva herramienta software creada por el ministerio de Salud de la
Provincia permite evaluar el estado de salud general de los chicos que
concurren a las escuelas primarias de la Provincia, y conocer así si tienen
sobrepeso, obesidad o tensión arterial elevada, de manera práctica e
individualizada.
La
información que se carga en la herramienta informática creada por la dirección
provincial de Atención Primaria de la Salud, surge del Plan de Salud Escolar
que lleva adelante el Gobierno de la Provincia junto con los municipios, a
través del cual el año pasado se conocieron los primeros datos: el 24,2 por
ciento de los chicos de entre 6 y 11 años presenta exceso de peso, mientras que
en el 18,4 por ciento se halló algún nivel de obesidad, de acuerdo a las curvas
de medición del crecimiento avaladas por la Organización Mundial de la Salud
(OMS).
“Para
el gobernador Daniel Scioli, la infancia ha sido siempre una de las prioridades
de la gestión. Por eso, conocer el estado nutricional de los chicos, nos
permite diseñar políticas públicas de acuerdo a sus necesidades”, dijo el
ministro de Salud de la Provincia, Alejandro Collia al explicar los fundamentos
del Plan. Y agregó: “Hoy tenemos que poner especial atención en el preocupante
aumento de la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la niñez, tendencia que se
acrecienta en todo el mundo”.
El
Plan de Salud Escolar de la Provincia consiste en realizar controles médicos
integrales y establecer un diagnóstico sobre los niños en edad escolar, siempre
con consentimiento de los padres, mientras que cuando a un chico se le detecta
algún problema de salud, se le consigue un turno en un hospital con el
especialista que corresponda y se hace un seguimiento del tratamiento.
Luis
Crovetto, director de Atención Primaria de la Salud, a cargo del Plan, explicó
que la nueva herramienta software, sirve “para optimizar ese trabajo, ya que
permite la valoración del estado nutricional en niños de 6 a 11 años de forma
automática y eficaz, minimizando el tiempo de registro y procesamiento de datos
tanto a nivel individual como colectivo, al tiempo que permite evaluar el
crecimiento de los niños”.
Daniel
Otero, uno de los diseñadores de este software antropométrico, señaló que “el
sistema de registro es sencillo y fue pensado para alivianar el trabajo de los
municipios, que son los encargados de enviar los datos a la Provincia”. Y
explicó: “primero se carga la fecha de nacimiento del niño, y el programa
calcula automáticamente la edad en años y en meses, luego se suman talla y peso
para que el software devuelva el índice de masa corporal. Por último, también
se incorpora la presión arterial sistólica y diastólica, para conocer si el
niño tiene presión arterial elevada, siempre de acuerdo a los parámetros que
establece la OMS ”.
Hasta
ahora, son nueve los distritos que comenzaron a validar el software: Brandsen,
Ezeiza, General Belgrano, Ituzaingó, Marcos Paz, Morón, San Vicente y Las
Flores. No obstante, el ministerio de Salud creó un manual explicativo para facilitar
el aprendizaje a su uso.
El combo más peligroso
El
sobrepeso y la obesidad constituyen severos problemas de salud en sí mismos,
pero también acarrean muchos otros. “Se estima que 3 de cada 10 chicos y
adolescentes que presentan sobrepeso entre los 10 y 14 años, serán adultos
obesos”, explicó la coordinadora del Programa Armando Salud, María Laura
Sansalone.
Por
eso, si no se actúa rápido, este problema agravado y sostenido en el tiempo,
sumado a malos hábitos como el sedentarismo, puede derivar en hipertensión
arterial, una enfermedad erróneamente vinculada sólo con el mundo adulto: su
prevalencia en la infancia es del 1 al 3 por ciento, alcanzando el 10 por
ciento en la adolescencia
“A
través de la grasa corporal que comienza a alojarse en las arterias se produce
una presión mayor en el tránsito de la sangre y en consecuencia un mayor gasto
cardíaco”, señaló Sansalone.
Tips para mejorar la alimentación
Empezar el día con un
buen desayuno: el aporte de energía del
desayuno es indispensable para el correcto funcionamiento del organismo y mucho
más aún en uno que crece. Para que un desayuno sea considerado bueno, debe
cubrir el 20% del total de la energía que se necesita por día.
Realizar las 4
comidas principales (desayuno,
almuerzo, merienda y cena): se aconseja procurar que el niño no saltee ninguna
de ellas porque posibilitan que las raciones a consumirse posteriormente sean
las adecuadas, evitando la repetición de porciones.
Evitar las colaciones
improvisadas: es importante planificar
las colaciones de los chicos según las actividades que tengan cada día, a
partir de sus horarios de escuela, club, actividades deportivas, artísticas. Las
colaciones deben servir para evitar la improvisación con alimentos que no sean
los adecuados. Ejemplos de colaciones saludables son: frutas, ensaladas de
frutas, postres con frutas, lácteos en general descremados, licuados, copos o
barras de cereales, pochochos caseros, entre otros.
Sumar colores a la
dieta: con el fin de promover el consumo
de verduras, que muchas veces son rechazadas por los chicos, se recomienda
sumarlas en sus más variados colores, respetando la estacionalidad de las
mismas y buscando maneras atractivas de presentarlas en el plato de alimentos
que ellos prefieran.
Elegir pan en el
desayuno y merienda : aunque parezca mentira, elegir pan antes que cualquier
galletita es más saludable. El pan elaborado a través de harinas de trigo o
maíz u otra, constituye una derivación del cereal que en su elaboración
requiere mínima cantidad de grasa en algunos casos o sencillamente no la
contiene.
Evitar alimentos
ultraprocesados: la oferta alimentaría
actual, y particularmente la destinada a la población infantil, es la de los
alimentos ultraprocesados, que aportan en pocos gramos muchas calorías vacías
de nutrientes.
Promover el consumo
de agua y limitar el de gaseosas: la hidratación también es parte de una buena
nutrición. Las gaseosas aportan mucha energía, pero sin ningún nutriente, por
eso se considera que tienen “calorías vacías”.
Proponer la cocina en
conjunto y comer en familia: darle un valor especial a la buena alimentación
puede ayudar a cambiar hábitos. Promover la participación de los niños en la
cocina (siempre cuidando que no estén en riesgo), pensar en familia opciones
alimentarias saludables y sentarse juntos a la mesa, son acciones que ayudan a
ordenar y respetar la alimentación.
***