LA
PLATA, Septiembre 26 (www.ArecoCiudad.com.ar)
Cada jueves por la tarde, el salón de actos del hospital provincial Rossi de La
Plata se convierte en una sala de música, donde unas 10 personas aprenden a
tocar la armónica mientras caminan para distender sus músculos y relajarse. Todos
tienen algo en común: son exfumadores que participaron del taller grupal de
cesación tabáquica de ese hospital y aprenden música para fortalecer su
musculatura respiratoria.
El
programa es único en los hospitales públicos de la Provincia y comenzó hace dos
meses, cuando uno de los pacientes del taller grupal para dejar de fumar se
propuso como voluntario para dictarlo. Actualmente funciona todos los jueves,
de 12 a 14, en el salón de actos del Hospital y está orientado a ex fumadores,
fumadores en proceso de abandono, personas con algún tipo de enfermedad
pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y asmáticos.
“Sabemos
que dejar de fumar es un proceso difícil. El tabaco es una adicción y debemos
tratar a los pacientes con la complejidad que eso representa. Contamos con más
de 90 consultorios de cesación tabáquica en la Provincia y apostamos a nuevas
experiencias, como este maravilloso taller donde aprender música es parte del
tratamiento”, afirmó el ministro de Salud de la Provincia, Alejandro Collia.
Según
los últimos datos sobre el éxito de los consultorios de cesación tabáquica en
la provincia de Buenos Aires –funcionan en hospitales provinciales y
municipales, CPAS y CAPS– se logra un 30 por ciento de abstinencia promedio
entre los pacientes que realizan estos tratamientos, tanto en sus modalidades
grupales como individuales. La coordinadora del Programa Salud Sin Humo,
Fabiana Portas, aclara que la abstinencia se considera tal cuando la persona
pasa un año sin fumar.
La
mayoría de los pacientes que llegan a los consultorios de cesación tabáquica
llevan, al menos, entre 20 y 40 años de fumadores.
“Vienen
cuando están desesperados, cuando ya no se sabe qué hacer y se acepta la
necesidad de ayuda. Nosotros hacemos una terapia grupal, con apoyo y
contención, y ofrecemos el taller de armónica, que permite continuar en
contacto con una motivación para no volver al cigarrillo”, explica Luis
Ferrero, cardiólogo del Área Programática del hospital Rossi, coordinador del
taller grupal para dejar de fumar, exfumador y alumno del taller de armónica.
El taller de armónica
Durante
40 años Javier Catalá fue un fumador voraz que llegó a consumir 50 cigarrillos
por día: cada 28 minutos se llevaba un cigarrillo a la boca. Sin embargo
también fue y es un músico prolífico: docente, integrante de un trío de tango,
especialista en armónica, un instrumento que no permite tocar y fumar,
practicar y fumar o aprender y fumar al mismo tiempo.
A
los 54 años Javier se dio cuenta que necesitaba ayuda para dejar de fumar y
comenzó el taller grupal de cesación tabáquica que hace 2 años se lleva a cabo
en el hospital Rossi y consiste en un grupo que se reúne una vez a la semana,
dejan de fumar todos al mismo tiempo y se apoyan en el camino. A este profesor
de música le funcionó tan bien el tratamiento que, una vez finalizado, quiso
retribuir al hospital la ayuda otorgada.
“Me
enteré que en Estados Unidos y en algunos países europeos los talleres de
armónica se realizaban como una terapia para robustecer los músculos
respiratorios y quise hacerlo acá porque es una forma de aprender música y
contribuir a la salud”, dice Catalá y afirma que “también es importante la
parte social, el lugar de contención y de apoyo, porque cuando terminás el
taller querés seguir en contacto con algo que te motive a continuar siendo un
ex fumador”.
La
inspiración y expiración a través de la armónica ayuda a mantener los bronquíolos
abiertos, disminuye la fatiga, ayuda a respirar mejor, fortalece la actividad
pulmonar y mejora la actitud y la postura corporal. Y, además, corta la
relación “mano/boca” del fumador al reemplazar el cigarrillo por la armónica.
Uno
de los alumnos del taller -Rubén, 55 años, ex fumador y con EPOC- afirma que la
técnica le hace bien, que ahora siente que está respirando un poco mejor. Otra
de las alumnas dice sin dudar: “Hace que sea más consciente el tema de la
respiración, que es algo que tenemos automatizado; ahora me doy cuenta de lo
mal que respiraba”. El taller comienza, cada jueves, con ejercicios
respiratorios, continúa con la búsqueda de un ritmo conjunto entre los alumnos
y luego practican los temas que aprendieron hasta el momento, como el Himno a
la alegría y el Arroró.
Para
inscribirse en el taller cualquier ex fumador puede hacerlo concurriendo
directamente en el día y horario de la clase al salón de actos del hospital
provincial Rossi. “Estamos obligados a tomar aire antes de decir un discurso,
antes de hablar; nosotros estamos aprendiendo un discurso musical y para eso
tenemos que aprender a respirar”, concluye Javier Catalá frente a los alumnos
del taller “Armónicas para la salud”, que, demás está aclarar, es público y
gratuito. El requisito: una armónica. (www.ArecoCiudad.com.ar)