La provincia

Cada vez más tensión, con los sueldos y Moyano en la mira

En un escenario de turbulencias políticas, Scioli compartió ayer un partido de fútbol con Diego Maradona y “Kun” Agüero en su casa de Villa La Ñata.
En un escenario de turbulencias políticas, Scioli compartió ayer un partido de fútbol con Diego Maradona y “Kun” Agüero en su casa de Villa La Ñata.

LA PLATA, Junio 24.-(Por JOSÉ PICON) Nunca antes el kirchnerismo había llegado tan lejos en su política de erosión hacia Daniel Scioli. Ya no se trata de aprobar pedidos de informes a su gestión o criticar las políticas de seguridad: la ofensiva parece ahora haber ingresado en una segunda fase, con una mayor carga de virulencia.

El Gobernador ha sido prácticamente elevado a la peligrosa categoría de enemigo del modelo K. Puede que, en ese nuevo rol en que lo ha colocado la Casa Rosada, haya momentos más o menos álgidos, pero nadie en el poder central se atrevería a sugerir que Scioli forma parte de un supuesto complot contra el gobierno nacional si no fuera porque existe una clara decisión de profundizar el proceso tendiente a esmerilar su figura.

La ofensiva ingresó a una segunda fase, con una mayor carga de virulencia. Scioli ha sido prácticamente elevado a la peligrosa categoría de enemigo del modelo K

El paro del gremio de los camioneros impulsado por Hugo Moyano y las graves consecuencias que generó con desabastecimiento de gas a varias localidades y una infinidad de pesares para millones de argentinos que pugnaban por conseguir una gota de nafta fue el detonante de aquella decisión.

La foto que días antes Scioli se tomó con el titular de la CGT ya había generado escozor en el universo K y fue, en rigor, el enlace que usaron varios ministros nacionales, el vicegobernador Gabriel Mariotto y diversos medios oficialistas para vincular al Gobernador con la polémica medida de fuerza.

¿Fue un error de cálculo del sciolismo suponer que no existiría ninguna reacción oficial frente a un encuentro con un poderoso dirigentesindical, ex aliado del gobierno, ahora enemigo acérrimo y en los prolegómenos de una medida de fuerza? ¿O fue una decisión deliberada, largamente meditada, tendiente a dar un paso más en dotar de musculatura política a la pretensión del mandatario bonaerense de llegar a la Presidencia en 2015?

“La foto no es inocente, eso lo sabemos. Pero porque seas amigo de alguien al que luego se le descubre que era un violador, no te pueden acusar a vos por el mismo delito”, se excusaban cerca de Scioli para calificar de “desproporcionada” la reacción oficial.

BAJAR UN CAMBIO

El revuelo encontró al Gobernador en Europa y su vuelta coincidió con el levantamiento de la protesta. Se cuidó de no cuestionar a la presidenta Cristina Kirchner, pero no se privó, con estilo moderado, de responderle a los ministros y a su vice. Otro dato: no cargó públicamente contra Moyano aún cuando cuestionó la medida de fuerza.

Pero al mismo tiempo, buscó dejar sentadas algunas diferencias con el líder camionero. Instruyó a sus diputados para que firmaran un documento del bloque oficialista que cuestiona con severidad al titular de la CGT y a los métodos utilizados para la protesta.

No sólo eso: aparecieron señales tendientes a bajarles el perfil a las actividades de las agrupaciones sciolistas que alumbraron a medida que Mariotto y la Cámpora le fueron mostrando los dientes al Gobernador.

Es que Scioli transita horas cruciales. Se acerca la fecha de pago de sueldos y aguinaldo a los empleados estatales y no ha podido reunir los fondos necesarios para afrontar esa obligación. Aguarda que la Nación lo asista con casi 3.000 millones de pesos para poder pagar en tiempo y forma los salarios de casi 550 mil empleados entre estatales, docentes y policías.

Pero los fondos no aparecen aún cuando Mariotto, en ausencia de Scioli, garantizó que la ayuda llegará. Si eso no ocurriera, el desdoblamiento salarial sería inevitable.

Esta incertidumbre remite una vez más a Moyano. El líder camionero percibió con astucia que prolongar el paro y desabastecer de combustible a miles de trabajadores, dejando además sin gas a pueblos enteros en plena ola de frío, lo colocaba en un escenario en el que podría recoger apenas un puñado de solidaridades. Mutó así su reclamo, previo acuerdo salarial con la patronal del sector, a otro tema sensible que afecta a millones de trabajadores: el aumento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y la eliminación de los topes que impiden que otros tantos asalariados no puedan cobrar Asignaciones Familiares.

La cuestión salarial en la Provincia tiene algunos de esos condimentos. El gobierno bonaerense ha instalado en la opinión pública que si llegaran a ocurrir sobresaltos para poder completar el pago de sueldos, será producto de una decisión nacional de regatearle los fondos.

En Casa de Gobierno se esperanzan con que la Presidenta no quede atrapada en lógica que envolvió a Moyano en el largo y tormentoso miércoles de la semana pasada. (Fuente: EL DIA)

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