LA PLATA, Diciembre 23.-(Por Marisa Alvarez ) “Y encima me invitó. Creo que me tomaba el pelo”. Quienes hablan con la Presidenta -muy pocos, por cierto- juran haber escuchado esa frase de su propia boca. La invitación de marras era la que le cursó Daniel Scioli para el acto-show que el Gobernador desplegó hace una semana en el Estadio Unico de La Plata. Como la movida fue revestida de acto institucional, destinado a mostrar las políticas sociales de la Provincia, y el Gobernador prohibió que hubiera banderas o carteles de las agrupaciones políticas que lo respaldan ni cánticos alusivos a sus pretensiones electorales, en 6 y 51, aunque descontaban que Cristina no iba a asistir pero, entendieron que debían invitarla, “como ella lo invita a Scioli a la mayoría de los actos institucionales” de la Presidencia.

AHORA, ROUNDS RESERVADOS

Lo cierto es que los dirigentes ultrakirchneristas-cristinistas dieron por válido el presunto comentario y enojo de la Presidenta y volvieron a criticar al Gobernador con dureza en la última semana. Esta vez, por el acto en el que, como se sabe, actuaron Julio Iglesias, Cacho Castaña, Karina la Princesita y Nacha Guevara, y cuyo sesgo de acto político al cabo del año en el que Scioli reveló que quiere postularse a la Presidencia en 2015, no pudo ocultar el barniz institucional que se buscó darle.

Como en lo formal la tregua con Scioli ordenada por la Casa Rosada sigue vigente -y todo indica que así continuará hasta que pasen las elecciones del año que viene-, los principales referentes del ultraoficialismo explayaron su nuevo malestar en forma reservada. Como en la última cena del año de “la peña de los lunes” que lideran los diputados nacionales Julián Domínguez y Carlos Kunkel con un selecto grupo de intendentes como invitados. Allí se escucharon críticas al acto de Scioli, al que algunos de los comensales consideró “una provocación innecesaria”, mientras el presidente de la Cámara baja nacional hablaba, a la hora de los discursos, de “malas experiencias” y de que “estamos cansados”, para abonar su “propuesta” de que “el próximo gobernador tiene que ser un bonaerense”, recordando, sin necesidad de decirlo, que Scioli había militado hasta 2007, en las ligas de la política porteña.

UNA BATALLA QUE SE POSTERGARIA

Una carrera, por lo demás, la de la Gobernación 2015, en la que -está más que claro- Domínguez aspira a representar al oficialismo. Quizás por eso un sector afín a la Casa Rosada y dispuesto a jugar unas fichas por esa eventual postulación, evalúa promoverlo a la presidencia del PJ bonaerense.

La batalla por la jefatura del peronismo provincial, prevista hace pocos días para el 31 de marzo, se postergaría, con todo, para varios meses después, en busca de evitar que se convierta en una previa que anticipe enojos y precipite definiciones internas “bruscas” en plena etapa de necesidad de “conciliación y unidad” para que ultras, sciolistas y demás variantes jueguen todos juntos, en el Frente para la Victoria, en los comicios legislativos.

Es que las primeras señales sobre la compulsa por la conducción partidaria revelan tironeos que pueden adquirir niveles inquietantes. El cristinismo aparece dividido, por ahora, entre Domínguez y el intendente de La Matanza, Fernando Espinosa (promovido por sus pares de ese espacio pero “menos confiable” para, por caso, funcionarios y diputados nacionales), y los sectores más vinculados al peronismo histórico promueven a Scioli.

OPTIMISMO Y ALICIA

Mientras tanto, el núcleo duro del oficialismo cierra el año con cierto optimismo de cara a las legislativas y a las chances en la Provincia en particular. Creen que Scioli, “definitivamente, no sacará los pies del plato” para esa instancia y que la oposición se dividirá nuevamente en varias ofertas, de modo que, estimando el piso propio en torno del 35%, se sienten seguros del triunfo.

Quizás por eso, el 2012 se termina y Alicia Kirchner, pese a las encuestas que reflejan que no mejora su cosecha de imagen ni de intención de voto en territorio bonaerense, sigue como eventual primera candidata de la lista del diputados nacionales del FpV. En la Rosada creen que, a la hora de las urnas, “ayudará” el apellido y buscan un escolta que ayude a “levantar” y que siguen sin encontrar. En ese esquema, se prevé que Alicia bajaría al segundo peldaño si encontraran, finalmente, una “figura fuerte”, ajena al esquema político convencional, para liderar la nómina, algo que tampoco se vislumbra todavía.

LAS PRIMARIAS, EN DUDA

En los laboratorios del cristinismo se comenzó a evaluar, también, la posibilidad de que para el 2013 se anulen, “por única vez”, las elecciones internas, abiertas y obligatorias. Promovido como un mecanismo de primarias, en su debut en 2011 ninguna fuerza definió sus internas en esa instancia, que resultó un mero anticipo del comicio general. Ahora, en la mesa chica del cristinismo se afirma que la oposición no haría un escándalo si no se hacen las internas, “porque en realidad, no las quieren”, y evalúan suspenderlas.

La posibilidad de que un sector -¿con Sergio Massa al frente?- busque abrirse del núcleo duro del oficialismo sin irse del espacio, participando con listas propias en las primarias, estaría en la raíz de estas evaluaciones.

SAQUEOS Y PREOCUPACION

Estas, y tantas otras, disquisiciones político-electorales ocupaban buena parte de las elucubraciones de los políticos hasta que el jueves la realidad volvió a teñir de tensiones y preocupación el distrito bonaerense.

Hasta anoche, los saqueos -que esta vez empezaron en otras provincias- habían resultado episodios muy focalizados, que pudieron ser contenidos. En el gobierno de Scioli y en muchas intendencias creen que no hubo organizaciones sociales ni políticas organizando ni fogoneando los ataques, sino delincuentes que aprovecharon “el clima” para utilizar una metodología inusual para ellos. Y empezaba a corporizarse, así, otra diferenciación fuerte con la Casa Rosada en un tema, en este caso, muy sensible. Esperarán, con todo, a que sea la Justicia la que diga quiénes y con qué motivaciones estuvieron en los saqueos.(Fuente: EL DIA)