Análisis Político de la semana

Una salida esperada como cuña en la pelea para 2015

Scioli, en Nueva York, durante su discurso ante empresarios e inversores, con la mira puesta en la sucesión presidencial
Scioli, en Nueva York, durante su discurso ante empresarios e inversores, con la mira puesta en la sucesión presidencial

LA PLATA, Febrero 16.-(Por José Picon)  El clima de revulsión que generó en el oficialismo bonaerense el adiós de Raúl Othacehé para partir rumbo a los brazos del massismo, no puede explicarse por la sorpresa de la decisión.

¿Por qué el kirchnerismo no pudo frenar la salida de Othacehé? “Es muy simple, cada uno está en la suya y nadie contiene a nadie”, decía en las últimas horas un colega del Vasco de Merlo que todavía abreva en el FpV.

Y completaba: “Hay incertidumbre política y económica y encima, está el pajarito llamador de Massa”.

 La del intendente de Merlo era, en rigor, una salida anunciada. Y además, venía dando señales claras de malestar frente al kirchnerismo. Sobre el filo del cierre de listas para las primarias de agosto pasado, un último gesto de la Casa Rosada logró que no saltara el cerco cuando se obligó al Nuevo Encuentro de Martín Sabbatella a levantar su lista de concejales y se ubicó a un dirigente del riñón de este histórico como controvertido barón del Conurbano, al tope de la lista de senadores provinciales.

ENOJOS

En aquél entonces el que sufrió fue Hugo Curto, otro peso pesado del Gran Buenos Aires que se quedó sin nada en esa misma nómina de legisladores. Para él, ahora, llegó el tiempo de la venganza: viene destilando veneno contra La Cámpora y la responsabiliza por aquella decisión.

Los pases de factura en el oficialismo son por estas horas de turbulencias, moneda corriente. E involucran tanto a los gobiernos nacional como bonaerense.

Cerca del gobernador Daniel Scioli, por caso, algunos funcionarios enfilaron los cañones en dirección al despacho de Cristina Alvarez Rodríguez, la ministra de Gobierno y encargada de la relación con los alcaldes.

Pero el caso Othacehé es parte de la estrategia de Massa de debilitar “por goteo” la estructura del FpV en la Provincia. Por ahora se habría detenido la salida del intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo. “No es que no se va por convicción; la difícil situación financiera de su distrito lo está frenando”, aseguran quienes dicen conocer la realidad de ese distrito.

Y completan: “Hay intendentes que tienen colchón, que tienen depositados fondos para bancarse el pago de sueldos para 6 u 8 meses. No es el caso de Descalzo”. Mientras, el massismo sigue trabajando en busca de engrosar su nómina de intendentes. Hay varios nombres en carpeta y anuncios, dicen en Tigre, que se conocerán en las próximas semanas.

El vuelo migratorio de Merlo hacia la zona del Delta, en tanto, generó otras reacciones en el oficialismo. A las críticas públicas y las acusaciones de traición, le siguieron algunas movidas en procura de evitar más fugas.

Por caso, las puertas del ministerio de Planificación Federal volvieron a abrirse para los intendentes y el PJ bonaerense procura por estas horas salir a desmentir aquella sonora acusación de Hugo Moyano que lo calificó de “cáscara vacía”.

LA MIRA BUSCA A SCIOLI

Ese clima interno parece ir dando paso a algunos movimientos que buscan incomodar a Scioli. Hace algunos días durante una reunión con varios de sus pares, el intendente de La Matanza y titular del PJ Fernando Espinoza, se despachó con una confesión. “Yo voy a ser el vice de Uribarri”, dijo en referencia al gobernador de Entre Ríos que acaba de anunciar que enfrentará al mandatario bonaerense en las Primarias.

Lo de Espinoza puede que tenga un cóctel en el que se mezclen ambiciones personales (se dice que también querría ser candidato a gobernador) con la necesidad política de tomar distancia de Scioli luego de que apareciera ungido titular partidario con el apoyo del ex motonauta.

Pero aún así, es una señal en el sentido de que la Casa Rosada no parece dispuesta a dejar al bonaerense correr solo en la interna del FpV. No fue el único mensaje ultra K de los últimos días que tuvo como destino la Gobernación.

Desde Mar del Plata, una veintena de diputados provinciales de diversas vertientes que reportan a la Rosada envió otra señal. “Este espacio va a tener candidatos propios en todos los niveles”, dicen que afirmaron casi a coro legisladores de La Cámpora y el presidente del bloque Fernando “Chino” Navarro, uno de los líderes del Movimiento Evita.

Por si la definición podía tener alguna dosis de ambigüedad, salió a aclararla el camporista José Ottavis. “Va a haber un candidato presidencial peronista-cristinista”, lanzó. Información no le faltaba al vice primero de la Cámara baja: horas después Uribarri blanqueó sus intenciones de enfrentar a Scioli.

Tras esa cena bien regada que se sirvió en un restaurante de las afueras de La Feliz, empezó a circular el rumor de que el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, podría regalar en las próximas semanas algún otro mensaje para que no se olviden de que también tiene aspiraciones presidenciales.

Del cónclave marplatense quedó más tela para cortar. Prevenidos de lo que ocurriría o producto de las secuelas que dejó la elección de autoridades de la Cámara en la que quedaron fuertemente relegados, los legisladores sciolistas pegaron el faltazo.

 Ese abanico de acciones parece configurar un escenario poco deseable para Scioli en la Legislatura donde en dos semanas deberá dar el discurso de apertura de sesiones ordinarias y en donde, además, procura obtener con cierta premura la sanción del polémico proyecto de la Policía Local.

“Así como lo quieren mandar, con la Provincia haciéndose cargo sólo de una parte de los sueldos y dejando a los municipios correr con el resto de los gastos, no sale. No lo va a votar ni el massismo”, reflexionaba uno de los intendentes del oficialismo que, paradójicamente, empuja la idea por la que consume horas de reuniones y conciliábulos el ministro de Seguridad Alejandro Granados.

Scioli, mientras tanto, se codeó en Nueva York con empresarios e inversores. Defendió al gobierno nacional, ponderó las medidas de estabilización financiera dispuestas en los últimos días y procuró mostrarse como presidenciable. Pero no sólo eso: también mantuvo contactos con representantes de fondos de inversión en busca de interesados en la emisión de un bono de deuda que lanzará la Provincia no más allá del mes de mayo.(Fuente: EL DIA)

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