SAN ANTONIO DE ARECO, Enero 30.- (ArecoCiudad.com.ar) Las calles adoquinadas de San Antonio de Areco hierven bajo el sol. Los vecinos se resguardan en sus elegantes chalés y en las casonas coloniales –no menos vistosas–, mientras los turistas descansan a la sombra en el camping y el parque ribereño del río Areco. Todo transcurre en medio de una reconocible atmósfera rural, que remite a los tiempos de Don Segundo Sombra.
Los artesanos (en esta ciudad florece una respetable pléyade de talabarteros, sogueros, orfebres, herreros, tejedores, ceramistas, pintores y chocolateros) hacen su aporte para que el verano resulte un tanto más llevadero: abren las puertas de sus talleres, llevados por el impulso de deslumbrar a los visitantes con destellos de su talento y creatividad.
Los colores vivos despegan del telar de faja pampa y abarrotan las paredes de la casa de Cristina Giordano (en Sarmiento 112), especialista en fajas de seda natural y una destacada discípula de la promisoria Escuela de Talleres Criollos, que dio inicio a la artesanía textil en Areco en 1936.
“Mi padre me enseñó a tejer cuando yo tenía 5 años y no sabía leer”, declara con orgullo la artista y docente, ahora también dedicada a dictar un curso de Tejidos en telar en el Museo Güiraldes.
Así como Giordano controla con el mayor celo cada detalle de sus dos telares de madera, Gustavo Stagnaro repasa las veces que sean necesarias las iniciales que talla sobre sus cuchillos de plata. Desde que empezó en este oficio, hace 31 años, este platero autodidacta destina mucho más tiempo al martillo, el soplete y la coladora que al ocio. Incluso, sigue concentrado en lo suyo cuando un turista estadounidense lo incomoda preguntándole acerca de los secretos de su técnica.
En cambio, en Matheu al 400, donde desde hace 34 años fluyen los empalagosos aromas de la chocolatería
Frente a la plaza principal, por la calle Lavalle, el Taller y Museo de Platería Draghi confirma ese apego a los métodos ancestrales y al buen gusto, que en Areco es moneda corriente. Iluminada por los brillos de una colección de cuchillos, mates, estribos, rastras, monedas, rebenques y esculturas, Marta Draghi recuerda con devoción a su esposo Juan José (fallecido en 2008), el mejor docente que tuvieron sus hijos Mariano y Patricio, dos aventajados plateros de la nueva generación.
Otro hijo pródigo –en este caso, de
El restaurante 1730 escapa a los catálogos que consignan el centenar de artesanos arequeros, pero en el listado de las obras de arte locales pueden agregarse arbitrariamente el asado al costillar y al asador de esta esquina refrescada por la brisa de los eucaliptos del parque costero. Más todavía, si el comensal acierta con una cena amenizada por la cantante Fernanda Caruso y una pareja de bailarines, que dicta cátedra de ranchera, gato y escondido.
“Por estos pagos, m’hijo, siempre hubo artistas y gauchos de ley. Don Segundo –que tomaba aquí su copita con los paisanos, todos acodados en el mostrador– era muy buen pialador: hasta que murió (en 1936), sabía enlazar y domar los caballos desde abajo, sin montar”, cuenta Américo Fernández, el dueño del almacén y despacho de bebidas Los Principios, también él acodado sobre el mostrador, como cuadra en su boliche. Aquí se amplifican las imágenes del pasado. Alrededor del gastado bar de adobe y ladrillos, el mosaico de manos talentosas se entrelaza y deja resquicios para admirar su arte.
COMO LLEGAR
De Bs. As. a S. A. de Areco son
DONDE ALOJARSE
Habitación doble en el hotel San Carlos, $ 240 con desayuno, TV cable, piscina y circuito de spa; Superior, $ 280; departamento para 4 personas, $ 320; con hidromasaje, $ 330; con jacuzzi, $ 340; Internet, $ 3; cochera, $ 20 (02326- 45-3106 / info@hotel-sancarlos.com.ar / www.hotel-sancarlos.com.ar).
(02326) 453-165 / direccionde turismo@areconet.com.ar www.pagosdeareco.com.ar (Fuente: CLARIN)