En la cuadra de Alsina entre Alem y Alvear, en pleno centro de la ciudad, el Municipio planea instalar un semáforo, pero no ha resuelto desde hace meses un problema que afecta la circulación diaria: los baches. Esta zona, de alto tráfico y con una gran cantidad de comercios, presenta grandes pozos en la margen izquierda que complican el tránsito, pero, lejos de reparar las calles, el Municipio ha optado por otras medidas.

Política punitiva: infracciones y radar de velocidad

En lugar de invertir en el arreglo de las calles, el Municipio está implementando políticas de multas y sanciones. En las zonas con estacionamiento medido, durante los fines de semana, varios agentes de tránsito se dedican a sancionar a quienes no abonan el estacionamiento, mientras que también se los observa en el centro durante la semana. Además, en Avenida Quetgles, entre Belgrano y Alsina, se está instalando un radar de velocidad para hacer cumplir la limitación de 40 kilómetros por hora, con el riesgo de recibir multas por infracciones.

Justificación oficial y obstáculos burocráticos

La justificación oficial detrás de estas acciones, según el Secretario de Seguridad, Ramón Ojeda, es que se están llevando a cabo campañas de concientización vial y que medidas como estas son esenciales para ordenar el tránsito. Sin embargo, el semáforo en Alsina y Alvear aún está en proceso, ya que necesita la autorización del Concejo Deliberante debido a su ubicación en el Casco Histórico, lo que obliga a convocar una sesión extraordinaria, pues el periodo de sesiones ordinarias terminó a fines de diciembre.

Mientras tanto, los baches siguen sin ser arreglados, y la preocupación de los vecinos y comerciantes sigue creciendo por la falta de soluciones a problemas viales que afectan directamente a la seguridad y circulación.