LA PLATA, Enero 11.-(Por José Picón) Mauricio Macri busca profundizar el operativo seducción sobre dirigentes territoriales del radicalismo. Y Sergio Massa acaba de sumar a sus filas a un viejo enemigo con la mira puesta en potenciar su performance bonaerense.

Ambos dirigentes leen el mismo manual: aquél que reza que, sin una elección importante en la Provincia, no hay destino nacional para aquellos que buscan llegar a la Casa Rosada.

Esa intención de robustecer la oferta en un territorio que concentra casi el 40% del electorado nacional, hace que se disipen algunas rispideces y que viejos enconos pasen al archivo con la rapidez de la luz.

La llegada de Francisco De Narváez al Frente Renovador encaja en ese diagnóstico. Massa y el Colorado limaron asperezas en un acuerdo de conveniencias mutuas. Por un lado, el tigrense pondrá en la cancha para la pelea bonaerense a un dirigente por demás conocido y que, pese al resbalón electoral del año pasado, aún conserva cierta ponderación positiva en el electorado.

Pero además, hay en danza un esquema de sumas y restas: en el massismo se dice que ese acuerdo le saca votos a Macri en la Provincia. Para De Narváez, en tanto, significa encontrar el paraguas de un candidato presidencial que le faltaba, luego de esperar en vano que Daniel Scioli dejara el oficialismo.

ACUERDO CELEBRADO

Ese acuerdo fue celebrado por la mayoría del Frente Renovador. La presencia de De Narváez en el massimo es mucho más fácil de digerir que un eventual arribo de Martín Insaurralde. También, mucho más fácil de explicar hacia adentro y afuera del espacio, algo que facilita el ADN no K del empresario.

Esa bienvenida tiene el respaldo incluso de varios de sus competidores en las PASO como Gustavo Posse y Darío Giustozzi, quienes ven en De Narváez un candidato “peleable”, al que se sienten en condiciones de enfrentar con chances de victoria. Distinto es el caso Insaurralde.

El intendente de Lomas de Zamora sigue dilatando definiciones aún cuando no tiene prácticamente chances de ir por el oficialismo, donde ha juntado broncas que se potencian con el correr de los días.

 Posse y Giustozzi son, dentro de la constelación de candidatos massistas en la Provincia, quienes adoptaron la posición más refractaria al eventual arribo del alcalde lomense.

El intendente de San Isidro se ha ocupado en las últimas semanas de lanzar advertencias. No sólo maltrató a la gestión de Insaurralde a la que comparó con la situación que se vive en países del Africa central en materia de mortalidad infantil, sino que además denunció la supuesta vinculación del jefe comunal de Lomas de Zamora con los empresarios del juego.

Se trata, en realidad de una cadena de alertas que viene lanzando Posse, cuya traducción más literal es que si llega Insaurralde al Frente Renovador, él buscará otros horizontes. En los corrillos del massismo se dice que en los futuros planes de Posse no se descartaría un acercamiento con Macri.

Incluso, hay quienes sostienen que existirían algunos sondeos tendientes a interesar al jefe del PRO para sumarlo a las Primarias de su espacio y competir con María Eugenia Vidal.

Mientras, Posse blanquea una posición intermedia: fogonea un acuerdo Massa-Macri para enfrentar a Scioli. Pero la amenaza de fuga sigue latente.

DE PESCA EN EL INTERIOR

El macrismo también apunta por estos días a profundizar sus contactos con dirigentes bonaerenses de la UCR. Vidal sigue recorriendo la Provincia y en las últimas horas visitó a los intendentes radicales Alejandro Celillo (General Alvear) y Miguel Gargaglione (San Cayetano).

Y dicen que hay una foto en danza con otro jefe comunal de la Sexta Sección electoral que no vería con malos ojos la propuesta macrista.

Se trata de un proceso que se verá cómo termina, pero que persigue la idea de incorporar a radicales que no vislumbran un futuro político favorable si van enganchados de la boleta del Frente Unen. El PRO anda por estos días, además, en busca de generar algún impacto fuerte en la Provincia.

Y los cañones apuntan al conocido y polémico periodista deportivo, Fernando Niembro. De buena sintonía con Macri, Niembro podría secundar en la fórmula bonaerense a Vidal. No es nueva la relación entre el periodista y el ex presidente de Boca.

 Niembro viene desarrollando charlas en distintas ciudades del país para promocionar la candidatura del alcalde porteño. Hace algunas semanas encabezó incluso un acto en Quilmes para apuntalar a otro mediático que se calzaría los colores amarillos: el modelo Tomy Dunster.

¿VUELVE MARGARITA?

 La novela de Unen, en tanto, escribió otro capítulo, cuando varios dirigentes bonaerenses lanzaron la idea de armar una fórmula conjunta entre Hermes Binner y Julio Cobos.

Fue una movida a dos puntas que apuntó a bloquear la idea de algunos dirigentes como Ernesto Sanz, de ir hacia una Primaria con toda la oposición y, de paso, dar a la sociedad un mensaje de certidumbre en momentos en que Scioli, Massa y Macri aparecen recortados como los candidatos con chances.

“No podemos seguir con dos o tres presidenciables en danza hasta agosto”, dicen en la UCR. Se verá si la idea prospera y, fundamentalmente, cómo se sintetizará, pero por lo pronto ya ha tenido repercusiones en el ámbito bonaerense.

 Uno de sus primeros efectos fue el reverdecer de la idea de que Margarita Stolbizer sea la candidata a gobernadora del espacio. En Unen dicen que recibieron algunas encuestas que ubican a la diputada nacional como la dirigente que mejor mide en la Provincia, incluso, por encima de los presidenciables de ese espacio.

Hay quienes creen que Margarita terminará aceptando volver a ser candidata en la Provincia, aún cuando sus deseos pasan por encabezar la lista del Parlasur. “No queda otra; es necesario para defender nuestra presencia territorial”, aseguran.

La cuestión no es sencilla de resolver y aún no garantiza una postura monolítica en Unen que evite fugas.

De hecho, hay dirigentes del interior bonaerense, varios de ellos con fuerte presencia en sus distritos, que comenzaron a realizar encuestas para conocer con cierta certeza cómo le iría si fueran enganchados con Cobos, con Binner o con Macri.

Todos ellos siguen en Unen, pero buscan tener a mano elementos tangibles antes de decidir, quizás hacia fines de marzo, si se quedarán a competir con ese sello o buscarán nuevos horizontes.(Fuente: EL  DIA)