Opinión

Las contradicciones entre el discurso mediático del PRO y las acciones de sus dirigentes

Por Manuel Elías (*)
Por Manuel Elías (*)

La creación de una línea telefónica 0800 por parte del gobierno de Mauricio Macri para denunciar las actividades de jóvenes militantes políticos en las escuelas puso a la vista y en disputa dos paradigmas sobre la educación, el enfrentamiento de dos visiones que se tienen de que es lo que pueden y deben hacer los jóvenes. Por un lado están los jóvenes que quieren ser parte activa de su comunidad, participando en política, que es el ámbito natural donde todo aquel que quiera transformar la realidad que lo rodea debe desarrollarse, y por el otro una visión antagónica, que promueve la delación, que plantea como negativa la participación y el compromiso de los jóvenes, indistintamente de las ideologías que tengan”.

Cabe destacar que la actividad denunciada es un taller de ciudadanía sobre la base del libro “El Eternauta”, libro que fue calificado como “la gran historieta argentina” creada por Héctor German Oesterheld y Francisco Solano Lopez junto a Alberto Breccia, Pablo Maiztegui, Ricardo Barreiro, Walter Taborda y Gabriel Rearte.

Este antagonismo, entre dos miradas sobre la juventud, fue sustentado y magnificado por la corporación mediática que despliega a diario sobre el gobierno nacional diferentes tácticas y estrategias para estigmatizar la participación política. Preocupados por detener el cambio irreversible que está viviendo la sociedad argentina hacia una mayor participación, hacia un mayor desarrollo donde todos puedan expresarse y defender sus ideas a plena luz del día, donde todos los temas son discutidos públicamente; caen permanentemente en un lugar común el cual es la demonización de la juventud militante y el supuesto poder que la misma adquirió en los últimos tiempos en los órganos estatales de decisión. Lo que quiere desprestigiarse es un programa lanzado por la Subsecretaria para la  reforma institucional y el fortalecimiento de la democracia, a cargo de Franco Vitali. El jueves 16 de agosto pasado este funcionario fue denunciado penalmente por supuesto abuso de autoridad, lo denunció una asociación civil que suele intervenir en causas mediáticas, basándose en publicaciones de diarios. La presidenta Cristina Fernández en una respuesta elíptica manifestó “No es adoctrinamiento, es formar a argentinos comprometidos con su país”, como contrargumento. Evidenciando cual es su visión sobre la juventud, la gestión del gobierno de Macri decidió actuar en el mismo sentido en que se condujo durante los 10 días del paro del subte para pretender instalar al jefe porteño como el principal adversario en 2015.

Así, el ministro de educación Esteban Bullrich, hizo una contratación directa de un call-center, sin aclarar ni el monto ni el plazo de la misma, y habilitó un 0800 para denunciar cualquier actividad política en los colegios. Esta es la visión, el problema para la gestión Macri es que los jóvenes tomen contacto con la política, base necesaria para ejercer la ciudadanía que es el objetivo del taller, y promover debates entre los jóvenes para que desarrollen capacidad critica de análisis de la realidad.

Esta iniciativa macrista, que recuerda metodologías de la última dictadura cívico-militar, despertó fuertes cuestionamientos entre la oposición en la Ciudad, gremios docentes y hasta funcionarios nacionales.

Es que las contradicciones y la hipocresía vuelven a manifestarse en la conducta del macrismo. Son públicamente conocidos los videos de jóvenes del partido PRO que conduce Macri realizando proselitismo en las escuelas con remeras amarillas con inscripciones que decían Macri 2011, siendo esta actividad tan básica que no estimulaba ningún tipo de análisis por parte de los jóvenes, solo buscaba el voto y nada más.

El macrismo continúa manifestando una conducta persecutoria en el ámbito de la educación que se inició  con la contratación de Ciro James, hoy procesado por espionaje, en el Ministerio de Educación. Después con el intento de remitir a las comisarias la lista de los estudiantes que pedían mejoras en las escuelas y el impedimento a los docentes para que hablaran con la prensa.

También con la intromisión en escuelas porteñas de la Fundación “El arte de vivir” del rabino y legislador del PRO Sergio Bergman, en connivencia con el gobierno de la ciudad y con la distribución en las aulas de un manual de 7° grado de la editorial Santillana, que entre los 25 hechos políticos mas importantes de la Argentina entre 1980 y 2010 incluía el triunfo electoral de la formula Mauricio Macri-Gabriela Michetti en 2007, con foto en colores incorporada.

Frente a esta conducta sistemática por parte del conglomerado político-mediático opositor al gobierno nacional, conviene interrogarnos por las razones que impulsan a los mismos a buscar, sin resultados, alejar a los jóvenes de la participación política.

En este sentido, debemos preguntarnos: ¿Qué es lo que se esconde detrás de la persecución de los medios de prensa monopólicos contra los jóvenes militantes? ¿Por qué se molestan tanto con el interés político de la juventud? ¿Por qué quieren caricaturizar a los jóvenes militantes como marionetas que son movidas y utilizadas por otros?

La respuesta es que atacan a la juventud comprometida y movilizada, porque simplemente configuran su peor amenaza, porque los sueños de los jóvenes son sueños colectivos y son la prueba mas cabal y contundente de que un cambio profundo y de raíz esta en marcha. Y esto es así porque los jóvenes militantes se multiplican a través de agrupaciones como La Cámpora, la Juventud Peronista, Descamisados, Movimiento Evita, Hijos y tantas otras que avanzan en unidad y organización.

Y el viejo orden liberal-conservador no quiere aceptar ni admitir que a pesar del desprestigio que intentan implantar, la juventud militante se ha convertido en un pilar fundamental e imprescindible para asegurar la continuidad del proyecto nacional, popular y democrático puesto en marcha el 25 de mayo de 2003. Y no solo en lo que tiene que ver con la defensa del mismo, sino porque en ellos recae la responsabilidad de formar cuadros políticos que apuntalen y den consistencia a los cambios realizados para profundizarlos y sostenerlos en el tiempo.

Cuando tomamos dimensión de la  importancia de los jóvenes para el futuro del proyecto político que conduce la presidenta Cristina, empezamos a entender campañas de prensa difamatorias como esta denuncia contra talleres de discusión política que se desarrollan en distintos colegios, organizados por jóvenes que participan en La Cámpora. Denuncias efectuadas por la prensa hegemónica que de hecho, nunca se manifestaron en contra de los programas que hace 20 años viene desarrollando en la Argentina la fundación estadounidense “Junior Achievement” que ya dictó cursos a mas de medio millón de estudiantes de escuelas publicas y privadas. Esta ONG utiliza el horario de clase para difundir las bondades de la economía de mercado y esto también es política.

Esta realidad confirma una vez mas las contradicciones entre el discurso mediático del PRO y las acciones políticos-electorales de sus dirigentes. Y también corrobora el acompañamiento  y la protección de Clarín y La Nación, que nada objetan cuando los militantes liberales hacen campaña en los colegio e impulsan la presencia de fundaciones como Junior Achievement, evidenciando cual es el paradigma que quieren para la Argentina, quieren un futuro donde los jóvenes vuelvan al “no te metas” para que nadie cuestione sus privilegios en el futuro.

En definitiva, este nuevo ataque público a los jóvenes militantes de la causa nacional y popular y a los talleres de formación ciudadana, son un nuevo y desesperado intento del poder corporativo concentrado contra la participación masiva de una juventud que ha recuperado la vocación de involucrarse y preocuparse por su país y por los demás. Porque a este poder no le conviene que los jóvenes ya sean parte muy importante en la construcción cotidiana de la fuerza política nacional del gobierno y tampoco le conviene la necesidad que empiezan a mostrar los jóvenes de revisar la historia y recuperar la conciencia nacional, superando la interpretación liberal-conservadora de la historia oficial y acercarse a una verdadera mirada popular y federalista que les  está permitiendo entender y explicar lo que nos pasó y nos pasa como sociedad.

La cuestión central es si los jóvenes deben tener capacidad de análisis crítico de la sociedad o hay que volver al pensamiento único. Esta es una cuestión saldada.

Los jóvenes deben aprender a decidir por sí mismos y para ello deben conocer y analizar toda la realidad, la pasada y la presente, para decidir sobre el futuro de la sociedad en la que quieren vivir. Los jóvenes deben tener la oportunidad de participar en política si así lo desean, solo así tendremos una sociedad mejor cada día.

Como bien lo destacó la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner: “a los medios les molesta cuando van a bailar, les molesta cuando van al boliche, cuando militan porque militan; lo que les molesta a algunos viejos, son los jóvenes…hoy son jóvenes que van a pintar escuelas, que van a las cárceles, que van a los barrios, que van a militar, con las armas de la democracia, de la participación; no importa cuál sea la fuerza política a la que pertenezcan…Por favor, déjenlos tranquilos vivir, y que hagan su propia experiencia histórica, que la están haciendo en un país muy diferente al que nos tocó vivir a nosotros".

 

(*) Diputado provincial del FpV-PJ

Comentarios