El rector de la UNSAdA, Jerónimo Ainchil, y el intendente del municipio de San Andrés de Giles, Carlos Puglelli, firmaron un convenio marco mediante el cual la Universidad estudiará el impacto del uso de agroquímicos en esa localidad, a lo largo de tres etapas: Diagnóstico, Identificación de impactos ambientales y Elaboración de un plan de gestión ambiental.
La UNSAdA coordinará el trabajo y organizará el programa de monitoreo mediante tareas que se desarrollarán a lo largo de este año (8 a 10 meses).
En ocasión de la firma, el rector Ainchil estuvo acompañado por el coordinador de las carreras de Gestión Ambiental de la UNSAdA, Ramiro Sarandón; y la docente de la materia Teledetección y Sistema de Información Geográfica, Verónica Guerrero Borges. Por parte del municipio, estuvieron presentes la coordinadora de Medio Ambiente, Florencia Memoli y la agente fitosanitaria Florencia de Marotte.
La UNSAdA aportará infraestructura y recursos humanos, en tanto que el municipio proveerá los medios necesarios para la consecución de los proyectos. En función de ello participarán agentes municipales, investigadores y estudiantes de la Universidad. Además, se prevé realizar seminarios y talleres de trabajo internos (con la Municipalidad) y abiertos (a la comunidad, ONG, productores, etc.) con especialistas invitados para analizar temas específicos (SIG, EIA, Ecotoxicología, Agroecología, Agroquímicos, etc.).
El rector Ainchil agradeció al municipio darle esta oportunidad “a una Universidad joven, pero que es de la región y que está para involucrarse en el desarrollo de la región. Estamos muy contentos y orgullosos de nuestros docentes y estamos seguros que van hacer un buen trabajo.”
Por su parte, el intendente Carlos Puglelli indicó: “Vamos a trabajar en conjunto con la UNSAdA porque queremos saber qué está ocurriendo con esta temática en San Andrés de Giles. Estamos muy contentos, además, por trabajar junto a una Universidad amiga y cercana”.
Por su parte, el profesor Ramiro Sarandón explicó que “los estudios implican actividades de gestión en el territorio, de fiscalización, supervisión y de monitoreo objetivo, que permitan organizar un plan para la toma de datos específicos para saber cuál es la gravedad o no del problema en la región, cuáles son los sectores más críticos, dónde hay más contaminación si la hubiera, dónde más riesgos, dónde más problemas de salud que se puedan vincular con los agroquímicos, dónde hay áreas más vulnerables desde el punto de vista natural o social, por ejemplo en las escuelas. Ese tipo de información será útil para la toma cotidiana de decisiones del municipio a largo plazo”.
El convenio será ahora enviado al Honorable Concejo Deliberante local para su consideración.