Desde la Municipalidad de San Antonio de Areco, convocaron a participar de una nueva jornada en el marco del día de San Antonio de Padua a partir de las 17.30 horas en la Parroquia San Antonio de Padua.
San Antonio de Padua, nacido como Fernando de Bulhões en Lisboa, Portugal, el 15 de agosto de 1195, fue un fraile franciscano conocido por su profunda fe, su don de oratoria y los numerosos milagros que se le atribuyen. Su vida estuvo marcada por la entrega a Dios, la predicación del Evangelio y el amor al prójimo.
Proveniente de una familia acomodada, a los 20 años, Fernando experimentó una profunda conversión que lo llevó a abandonar su vida mundana para unirse a la Orden Franciscana. Atraído por su ideal de pobreza, sencillez y compromiso con la ayuda a los más necesitados, encontró en esta orden el camino para realizar su vocación religiosa.
Dotado de una inteligencia excepcional y una memoria prodigiosa, San Antonio se destacó rápidamente en sus estudios teológicos. Se convirtió en un reconocido profesor en la Universidad de Padua, Italia, donde su erudición y capacidad para explicar las sagradas escrituras cautivaron a sus alumnos.
Sin embargo, su verdadera pasión era la predicación del Evangelio. Recorrió Europa ofreciendo sermones apasionados y profundos que conmovían a las multitudes. Su don de oratoria, junto a su profunda fe y su amor por Dios, lo convirtieron en uno de los predicadores más famosos de su época.
Milagros y legado de San Antonio de Padua
A San Antonio de Padua se le atribuyen numerosos milagros, como la resurrección de un niño, la curación de enfermos y la aparición del Niño Jesús en sus brazos. Estos prodigios, junto a su vida ejemplar y su incansable labor evangelizadora, lo convirtieron en una figura venerada en todo el mundo.
Un año después de su muerte, acaecida el 13 de junio de 1232, fue canonizado por el Papa Gregorio IX. Desde entonces, es conocido como "el santo de los milagros", "el santo de todo el mundo" y "Doctor Evangélico". Su festividad se celebra cada año el 13 de junio.