En los últimos cuadros trillados de la región mejoraron los guarismos obtenidos, sin embargo se mantiene el rinde promedio en 31,1 quintales por hectárea, con el aporte más bajo de producción de soja en los últimos 10 años, sin registro aparente. Un golpe demasiado duro para la región.

La campaña actual estuvo marcada por la sequía. En el norte bonaerense los rindes promedio de la soja de primera estuvieron apenas entre 29 a 35 quinales por hectárea. Con lo cual, a pesar de que se hace hincapié en los “buenos precios”, no se puede dejar atrás la escasez de producción en San Antonio de Areco.

Los ingenieros coinciden que debido a la suba del precio de los granos la campaña cerró, en la mayoría de los casos, con márgenes positivos. De lo contario, “muchas empresas hubiesen terminado en quebranto”, mencionan en Cañada Rosquín.

La trilla está en el último tramo, ya solo quedan 160 mil hectáreas de soja de segunda en pie y muy pocos lotes de primera. El norte bonaerense es la zona más atrasada de la región.

En San Antonio de Areco se están terminando de levantar los pocos cuadros de primera que restan y el avance de cosecha de soja de segunda es del 60 por ciento. En Lincoln queda por recolectar el 20% de la soja de segunda.

Sin lluvias a la vista, se mantienen las expectativas de siembra trigo

Este es el mes de arranque de la siembra, y se perfila seco. Hay reservas en profundidad pero se necesitan lluvias en la capa arable para destrabar la siembra. El este de Córdoba es la única zona que por ahora planea hacer más trigo.

“La intención de siembra de trigo es aumentar un 50 por ciento el área” comentan por la zona de Marcos Juárez. Esta semana ya arrancaron a sembrar mientras que el resto de las zonas esperan lluvias para la capa arable y empezar a fin del presente mes.